Cómo reducir la huella de carbono con tu contrato de la luz en pocos pasos

Cuando pensamos en reducir nuestras emisiones asociadas al consumo eléctrico de nuestra empresa, solemos recurrir a la incorporación de tecnologías más eficientes: iluminación LED, aparatos eléctricos A++, aerotermia, instalación de detectores de presencia y temporizadores…

Otra opción es perseguir la autosuficiencia a través de la introducción de energías renovables: solar, biomasa… Hoy en día con la bajada del coste de los paneles fotovoltaicos podemos realizar una instalación de autoconsumo a partir de 3.000 €, al alcance de cualquiera que disponga de una cubierta bien orientada.

Las empresas más concienciadas tratan también de cambiar los hábitos de sus empleados mediante formaciones internas en los centros de trabajo donde se detallen buenas prácticas ambientales: evitar consumos fantasma, la regulación del termostato, medidas organizativas relacionadas con la gestión de stock o la movilidad de las personas, etc.

¿Cambiar el contrato de la luz para reducir mi huella de carbono?

Pero una de las acciones más sencillas y efectivas para reducir nuestra huella de carbono es la contratación de energía verde certificada, que hará desaparecer todas las emisiones indirectas derivadas del consumo eléctrico de un plumazo (el denominado alcance 2 en terminología técnica). Como precisamente acabamos de dar el salto hacia las renovables, en el próximo post os explicaremos nuestra experiencia para que nos la copiéis ?

Ahora bien, aunque es cierto que nuestra organización podrá presumir de 0 emisiones, no hay que perder de vista que esto se trata de un ‘artificio’ y que el principio de “no hay mejor residuo que el que no se genera” también se puede y se debe aplicar para la electricidad (kWh). Desde Ideas Medioambientales os animamos a reducir vuestros consumos sin importar el origen de la electricidad, ya que los electrones que llegan hasta nuestras empresas no son verdes, ni grises, son todos iguales y provienen del mix eléctrico de producción.

Si tenéis dudas sobre cómo aplicar alguna de estas medidas en vuestra entidad, dejaos asesorar por nosotros ¡Es una inversión segura!

Contrato luz reducir huella de carbono

Cómo contratar energía verde certificada en 3 sencillos pasos

Si tu empresa está decidida a dejar atrás el humo de los combustibles fósiles que se genera para producir tu energía eléctrica, aquí os explicamos cómo hacerlo:

Mira (y comprende) tu factura.

Muchas empresas consideran la factura de la luz como un coste fijo. Se limitan a pagar una tras otra sin tener en cuenta que hay muchos aspectos en los que podemos incidir. ¿Tenemos la potencia que necesitamos o estamos pagando por un servicio que no disfrutamos? ¿el precio que pago es competitivo? ¿hay alguna tarifa especial para la recarga de vehículos eléctricos?… En la factura encontramos mucha información valiosa y por el tem que nos ocupa ahora nos fijaremos en el apartado que habla del origen de la electricidad y su impacto ambiental. Aquí veremos la etiqueta energética de nuestra comercializadora y podremos comparar sus emisiones con la media nacional. En nuestro caso la que tenemos actualmente tiene un factor de emisión de 0,35 kh de CO2 por cada kWh consumido y lo que queremos es escoger una que un valor de 0 que nos certifique el origen renovable de la energía (o de cogeneración de alta eficiencia) a través de las garantías de origen (GdOs) expedidas por la CNMC.

Si nuestra comercializadora (la empresa que emite la factura) ofrece la posibilidad de contratar energía verde certificada, simplemente contactaremos con ella a través de los datos que vienen en la factura (no confundirla con la distribuidora, a la que hay que llamar en caso de averías). Como en nuestro caso no teníamos esa opción pasamos al punto 2.

Escoge la comercializadora que más te guste.

Desde la liberación del mercado eléctrico han proliferado numerosas comercializadoras. Se ha pasado de las 11 que había en 2008 hasta más de 500 que existen actualmente. Algunas de ellas incluso se han especializado y sólo ofrecen energía de origen 100% renovable pero hay muchos otros criterios que podemos tener en cuenta:

  • Precio: si nuestro consumo es similar al doméstico no habrá grandes diferencias entre unas y otras. Contratar energía verde no tiene que salir más caro y de hecho en nuestro caso estimamos un ahorro anual de 50 € por realizar el cambio. Acostumbrados a pagar muchos productos ecológicos más caros que sus alternativas ¡esto es una ganga!
  • Responsabilidad social corporativa: tal vez nos sintamos más identificados con los valores de algunas compañías o sus trayectorias nos transmitan más confianza.
  • Satisfacción de los clientes: la OCU elabora un ranquin que podéis consultar en este enlace.
  • Cercanía: el hecho de disponer de oficinas presenciales o un agente en la zona puede resultarnos también un posible aliciente.

Como puede resultar una ardua tarea escoger entre tanta oferta, existen comparadores que pueden echarnos una mano. Aquí os dejamos el enlace al de la CNMC.

¡Da el salto a las renovables!

Realizar el cambio en la contratación es un trámite simple. Sólo necesitaremos la información que sale en la factura y tener a mano nuestro número de cuenta para realizar la domiciliación. La nueva comercializadora se encargará de realizar todas las gestiones oportunas sin necesidad de realizar ningún cambio en nuestras instalaciones. Nosotros simplemente rellenamos un formulario en la web de la nueva comercializadora y tan sólo 4 días después ya se formalizó el contrato con el que notamos como nuestra mochila de carbono se aligeraba un poco. Concretamente esperamos evitar emisiones de CO2 equivalentes a ¡1 elefante! (más de 4 toneladas) ¿te animas a apostar por una economía baja en carbono?

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