Variación de las reservas de CO2 en un terreno ocupado por una planta fotovoltaica

Para analizar la evolución de la capacidad sumidero de un terreno donde se plantea construir una planta solar fotovoltaica, primero debemos de cuantificar las reservas de carbono existentes antes de su transformación. El sumidero de CO2 de una planta fotovoltaica se podría hacer de modo experimental, pero sería muy costoso en tiempo y dinero por lo que vamos a realizar estimaciones en vez de ello.

Debemos de tener en cuenta dos elementos: el carbono orgánico en suelo (COS) y la reserva de carbono en la vegetación por encima y por debajo del suelo (CVeg).

Carbono del suelo y carbono global
Carbono del suelo y carbono global. Fuente: Ideas Medioambientales adaptado de International Geosphere Biosphere Program (1998).

El carbono orgánico en suelo (COS)

Dado que no nos basaremos en mediciones, para calcular la cantidad de carbono orgánico en suelo de referencia en la capa de humus de 0 a 30 centímetros (medido como masa de carbono por hectárea) hay que tener en cuenta el clima, el tipo de suelo, la ocupación del suelo, la gestión de las tierras y los insumos. La metodología de cálculo propuesta por la Decisión 2010/335/UE de la Comisión Europea nos proporciona valores de referencia que podemos utilizar.

Alternativamente el carbono orgánico en suelo se puede estimar mediante sistemas de información geográfica. Así por ejemplo en la Región de Murcia existe información geográfica disponible que nos permite saber el valor del COS (o SOC por sus siglas en inglés) en cualquier punto de la región.

Reservas de COS en la Región de Murcia. Fuente: CARM
cos1Reservas de COS en la Región de Murcia. Fuente: CARM

Los valores típicos estarían entre las 13 y las 36 toneladas de carbono por hectárea aunque los terrenos donde habitualmente se proyectan las plantas solares están más próximos a las 21 t de C/ha.

La reserva de carbono en la vegetación (CVEG)

El cálculo de la reserva de carbono en la vegetación por encima y por debajo del suelo (medido como masa de carbono por hectárea) no es tarea fácil. Por ejemplo, en cultivos anuales de cereales en los que se cosechan y se retiran todos los residuos podemos establecer que el valor del CVEG equivaldría al de un suelo asfaltado, es decir, sería igual a cero. Los prados y pastizales presentarían valores intermedios de 3,1 t de C/ha; y en plantaciones forestales y en cultivos leñosos como los frutales se observarían los valores máximos (43,2 t de C/ha).

En el caso de la vegetación agrícola, la CARM en la Región de Murcia realiza el cálculo del CVEG en base a la iniciativa lessCO2. En cuanto a la absorción, solo se contempla el carbono retenido en las raíces tronco y ramas principales (no se tiene en cuenta la cosecha y las hojas por ser un ciclo de carbono muy corto) y se restan las emisiones necesarias para mantener el cultivo (emisiones de N2O por abonado nitrogenado y de CO2 por el uso de maquinaria). De este modo establece una media de 22 toneladas de C/ha de cultivo perenne.

Por su parte, la Generalitat Valenciana ha elaborado una cartografía territorial del stock de carbono  que cuantifica el carbono fijado en las cubiertas vegetales para todo el territorio de la Comunidad Valenciana. Esta cartografía se subdivide en suelo forestal, agrícola y espacios verdes naturalizados artificiales.

Sumidero de CO2 de una planta fotovoltaica
Cantidad de CO2 fijado por hectárea en los sumideros forestales. Fuente: Cartografía Territorial del Stock de Carbono en la Comunitat Valenciana

 

El antes y el después

Los cambios en las reservas promedio de carbono pueden monitorizarse utilizando diversos métodos que incluyen conjuntos de datos y cálculos secundarios de IPCC. Nosotros optaremos por el método de diferencia entre las reservas existentes al comienzo y la estimación de la reserva de carbono equilibrada que las tierras alcanzarán con su nuevo uso que será la producción de energía solar fotovoltaica.

Teniendo en cuenta que las plantas solares que se están desarrollando en nuestro país son de gran tamaño, están relativamente estandarizadas y que habitualmente ocupan terrenos de uso agrícola de secano podemos establecer que se sellará un porcentaje entre el 3 y el 10% de la superficie ocupada por el vallado a causa de la construcción de viales, zanjas, hincado, etc. Esta situación la asimilaremos a una destrucción total del stock de carbono existente.

La variación en resto de superficie donde no hay una ocupación permanente ni una compactación excesiva depende como es lógico de las condiciones de partida. Si se trata de un campo de almendros abandonado, habrá una importante pérdida de CVEG pero sin embargo si en su lugar hay un campo de trigo, podemos hablar que la vegetación adventicia aumentaría las reservas de carbono existentes respecto a la situación de partida. En caso de un prado sin presencia de plantas leñosas, podemos asimilar ambas situaciones sin pérdidas ni ganancias significativas.

Recordad que siempre podemos calcular el CO2 a partir del COS y del CVEG aplicando la relación existente entre los pesos atómicos del C (12) y la molécula de CO2 (44) que es una proporcion 44/12 o de 3,67.

Además de las experiencias de la Comunitat Valencia y la Región de Murcia cabe destacar una herramienta de estimación de emisiones de CO2 procedentes de la pérdida/ganancia del stock de carbono y capacidad de sumidero de la afectación del planeamiento urbanístico sobre superficies forestales o de cultivo desarrollada por la Generalitat de Catalunya que ya ha tenido varias actualizaciones desde que surgió en 2012.

La compensación

La falta de transparencia adquisición de toneladas de CO2 en muchos países ha generado controversia y dudas sobre estos mecanismos de compensación internacionales. Por otro lado, en los últimos meses se ha despertado un gran interés en los promotores de proyectos renovables sobre el Registro de huella, compensación y proyectos de absorción de CO2 que establece una metodología clara para el cálculo de compensación de plantaciones forestales. Las especies establecidas para estas plantaciones a veces no son las más adecuadas para generar espacios de biodiversidad adaptados a la región biogeográfica y es importante no caer en una visión reduccionista cuando pretendemos que una medida sea sostenible en su conjunto.

Las Comunidades Autónomas mencionadas anteriormente ya están solicitando que se calcule, prevenga y compense la posible pérdida de las reservas asociadas al cambio de uso. Las propuestas de compensación establecidas hasta la fecha son:

a) Plantando vegetación en el entorno del proyecto (Comunitat Valenciana y Región de Murcia).
b) Invirtiendo en proyectos de mejora de la gestión de sumideros de carbono cercanos. Estos proyectos podrán favorecer la gestión forestal pero también la mejora de otros ecosistemas de interés como los humedales o incluso los paisajes agrícolas culturales (sólo Comunitat Valenciana).
c) Compensación económica, tomando como referencia el precio de la tonelada de dióxido de carbono en el mercado internacional a fecha de aprobación del proyecto (sólo Comunitat Valenciana).
d) Proyectos de autoconsumo de cualquier forma de energía renovable (incluidos módulos  fotovoltaicos), sin ocupar suelo, de edificios de uso público o entidad sin ánimo de lucro de interés social, en el municipio donde se ubica el proyecto (sólo Región de Murcia).
e) Proyectos de electrificación de flota (proyecto singular en la Región de Murcia).

Sumidero de CO2 de una planta fotovoltaica
Imagen generada por IA

Otras propuestas

Una medida compensatoria que nos gustaría ver en el futuro es la transformación de la forma de producción de los terrenos agrícolas aledaños hacia una agricultura regenerativa. Es una medida más compleja que requiere un mayor acompañamiento pero consideramos muy potente porque no sólo hablamos de mitigación del cambio climático si no de la adaptación de nuestra producción. Los principios básicos por los que se rige son:

  • labranza cero (o labranza mínima);
  • cobertura permanente del suelo con vegetación (cultivos comunes y plantas adicionales) o residuos de plantas;
  • siembra directa a través de la cobertura permanente del suelo o de los residuos de los cultivos;
  • producción de biomasa y cobertura del suelo con materiales vegetales usando especies adaptadas.

En Ideas Medioambientales llevamos años realizando este tipo de cálculos y hemos sido pioneros incorporándolos a nuestros Estudios de Impacto Ambiental. Durante este tiempo hemos presentado con éxito diferentes informes y proyectos de compensación que han contribuido a hacer realidad diferentes proyectos. No dudes en contactarnos si estáis interesados en ampliar información.

Iago Vázquez, Director del Área de Sostenibilidad

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