La fotografía de fauna como herramienta en zoología

En el cambio de siglo, la fotografía de fauna salvaje ha aumentado su rango de impacto y alcance popular a unos niveles que no habían sido asumibles previamente. Mientras que en los años 70s y 80s del siglo pasado, solo los profesionales y los aficionados avanzados contaban con el equipo y habilidad necesarios para registrar una información decente sobre los animales con los que tenían encuentros, a día de hoy estas posibilidades están al alcance de un público mucho más amplio.
La propia fotografía de fauna salvaje en si tiene valores añadidos mucho más allá del expositivo y estético. Es información y datos en formato visual. Esto incluye una información transmisible y replicable en este caso en el contexto de la zoología y la historia natural. Lo cual está sólidamente reconocido por parte de la comunidad científica y es un hecho referenciado en diferentes publicaciones académicas.

Quizás uno de los valores más reconocidos es el propio valor que la fotografía de vida salvaje tiene como herramienta de conservación, y esto se divide en dos sentidos.
Por una parte, las buenas fotografías realizadas a ejemplares salvajes suponen un referente visual real que puede alcanzar a un gran público más allá del que ya conoce a estas especies. Se convierten en iconos de las especies retratadas y en registro de su existencia, yendo en este caso desde el nivel específico al nivel individual. La imagen fotográfica actúa como una ventana en la que el público se asoma a la existencia y la vida de los animales. En este punto se puede recordar esa cita de “no se puede proteger ni conservar lo que no se conoce”. Y las imágenes de calidad de la diversidad de especies permiten que el público más diverso las conozca aún desde la distancia, dado que de otra forma le serían totalmente desconocidas. En este punto la persona puede sentir empatía o interés por el animal fotografiado y así preocuparse por su estado y conservación (Springer, 2012).

Por otra parte, con el auge de la fotografía particular y el mayor acceso a equipo fotográfico, la fotografía de fauna se ha popularizado en un nivel enorme. El turismo de naturaleza, enfocado en su máximo nivel a la fotografía de individuos salvajes ha experimentado un enorme desarrollo como industria. Y el hecho de que los animales fotografiados se conviertan en motor económico permite que estos mismos y sus hábitats sean conservados ya no solo por su nivel de patrimonio natural, sino por el valor económico adicional que aportan. Esto a su vez permite que parte de estos recursos generados se empleen en invertir en conservación en una mayor amplitud exterior. En este sentido, la fotografía de fauna es una herramienta de conservación (Lindsey et al., 2005).

En un aspecto funcional está la información que recogen las imágenes, la imagen en si como herramienta. Incluso en nuestro propio trabajo en campo, la fotografía es una herramienta que unos y otros empleamos día a día. Por una parte tiene una función de registro y verifica la presencia de las especies que son objeto de estudio. Por otra parte las imágenes son la evidencia de comportamientos en determinados ambientes y situaciones ecológicas. Con las nuevas tecnologías, la imagen en bruto (denominado formato RAW) permite el acceso a la información original captada por el sensor de la cámara y muchas de estas cámaras a día de hoy incluyen opción gps para geolocalizar la imagen en el momento de tomarla. De nuevo, esto es una forma de autentificación de datos. Estamos habituados a emplear las cámaras de fototrampeo como material de uso en metodologías de inventariado y registro, lo mismo ocurre con las cámaras de uso individual.

fotografía de fauna
Equipo fotográfico empleado para el trabajo con fauna. Cámara compacta superzoom (ya no es necesario tener una réflex y un teleobjetivo para registrar fauna). Cámara de fototrampeo y cámara réflex aps-c con teleobjetivo zoom.

La ciencia ha empleado la fotografía como herramienta y metodología de reconocimiento a nivel individual en diferentes especies animales sujeto de estudio. En especies cuya biología y morfología permite un seguimiento y reconocimiento individual, la fotografía puede servir como una suerte de diario de la vida del animal en base a todos los encuentros documentados. Este tipo de registro y seguimiento fotográfico se ha empleado ampliamente con grandes mamíferos: (Cheeseman et al., 2021; Katona et al., 1979; Maddock & Mills 1994).

fotografía de fauna
Hembra de leopardo de Khwai (Botsuana), dueña del territorio Machaba y llamada Mmatsebe por los investigadores. Individuo en caracterización particular para documentales de fauna salvaje como Big Cats Rivers. Fotografías de la campaña 2013 y 2015.

En nuestro propio trabajo, este tipo de documentación es de utilidad en animales que por motivos de territorialidad o demografía son individualmente singulares. Incluso se da el caso de animales que presentan alguna marca o diferencia en relación a los demás individuos de su especie. Como ejemplo, en los trabajos de inventariado ambiental se pudo registrar a un ejemplar de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) reconocible por una patología en uno de sus pies. Todas las fotografías realizadas a este individuo permiten no solo ubicarlo o reconocerlo a posteriori tras el procesado de imágenes a muy larga distancia, también permiten el registro de su actividad y comportamiento.

fotografía de fauna
Ejemplar de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) reconocible por una patología en un pie.  Imagen de contactos con el ejemplar dentro de su ámbito territorial en diferentes fechas.

Además, en animales con algún tipo de marcaje como anillamiento o etiquetado, si la fotografía permite la identificación del marcaje esto permite registrar su presencia mediante fotografía para posteriormente reconocerlos individualmente mediante la leyenda de marcaje o la correspondiente base de datos. Llevado a un término más amplio, la contribución ciudadana de aquellos fotógrafos con capacidad propia de conocimiento faunístico y habilidades fotográficas ha resultado ser también una fuente de información para el trabajo en biología de la conservación aplicado a la fauna salvaje (Marnewick et al., 2014).

fotografía de fauna
Cartelería en el Parque Nacional Kruger animando a los fotógrafos visitantes a aportar sus imágenes para ampliar la base de datos de guepardo y licaón del parque y conocer la situación de los diferentes individuos de estas especies.

Incluso gracias a la fotografía de gran calidad se han podido definir especies en aquellos casos en los que se carecía de un ejemplar tipo físico, como en el caso del díptero Marleyimyia xylocopae  (Marshall & Evenhuis, 2015; Pape 2016).

Para finalizar, no podemos olvidar la siguiente conclusión: La alta calidad de la fotografía proporciona alta credibilidad al material publicado ( Husain et al., 2017).  Y en esta cita final no vamos a hablar de la calidad de la imagen como si esta fuera una foto de concurso, sino de la información final que podemos transmitir con ella.

Misma imagen captada por la cámara en diferentes formatos de presentación. Siendo la misma luz y archivo original captado por la cámara, queda claro que la imagen de la derecha presenta una información más concreta sobre el animal aún teniendo ambas imágenes las mismas dimensiones y resolución.

Referencias:

Cheeseman, T., Southerland, K., Park, J., Olio, M., Flynn, K., Calambokidis, J., … & Clapham, P. (2021). Advanced image recognition: a fully automated, high-accuracy photo-identification matching system for humpback whales. Mammalian Biology, 1-15

Katona, S., Baxter, B., Brazier, O., Kraus, S., Perkins, J., & Whitehead, H. (1979). Identification of humpback whales by fluke photographs. In Behavior of marine animals (pp. 33-44)

Husain, N., Roy, P., & Trak, T. H. 2017. Photography as a conservation tool in science. Trends in Biosciences, 10(46), 9317-21.

Lindsey, P. A., Alexander, R. R., Du Toit, J. T., & Mills, M. G. L. (2005). The potential contribution of ecotourism to African wild dog Lycaon pictus conservation in South Africa. Biological Conservation, 123(3), 339-348.

Maddock, A. & Mills, M.G.J. (1994) Population characteristics of African wild dogsLycaon pictus in the Eastern Transvaal lowveld, South Africa, as revealed throughphotographic records. Biol Conserv 67: 57–62

Marnewick, K., Ferreira, S. M., Grange, S., Watermeyer, J., Maputla, N., & Davies-Mostert, H. T. (2014). Evaluating the status of and African wild dogs Lycaon pictus and cheetahs Acinonyx jubatus through tourist-based photographic surveys in the Kruger National Park. PloS one, 9(1), e86265.

Marshall, S. A., & Evenhuis, N. L. (2015). New species without dead bodies: a case for photo-based descriptions, illustrated by a striking new species of Marleyimyia Hesse (Diptera, Bombyliidae) from South Africa. ZooKeys, (525), 117.

Pape, T. 2016. Species can be named from photos. Nature, 537(7620), 307-307.

Springer, C. 2012. Watch the birdie: Imagemaking and wildlife conservation. Explorations in Media Ecology, 10,1-2, 7-23

Marco Ansón, Biodiversidad

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