¿Aún no sabes lo que es una Due Diligence Ambiental?

 

Con la salida de la crisis económica comienzan a darse una serie de movimientos de compra / venta de empresas, actividades y/o instalaciones que en el sector industrial suelen llevar incorporada una “due diligence”, a ejecutar con carácter previo a la operación.

Estos estudios previos de “due diligence” llevan además asociado, cada vez con mayor frecuencia, un componente ambiental que, debido a diversas circunstancias que analizaremos a continuación, está cobrando una especial relevancia en los últimos años.

¿Qué es una “Due Diligence Ambiental”?

“Due diligence” es un término anglosajón, utilizado habitualmente en el ámbito empresarial, que se relaciona con las operaciones de adquisición de empresas. En la práctica se utiliza para definir las “auditorías” realizadas a la empresa que está en venta, previas a la firma del contrato de adquisición, que están dirigidas a evaluar el estado de la misma y sus activos, y a comprobar los riesgos que se asumirían en la operación por parte del comprador.

De esta forma, cuando hablamos de una “due diligence ambiental” hablamos del mismo proceso de análisis que se da en la “due diligence” habitual, pero aplicado al ámbito ambiental. Un proceso de investigación previa dirigida a evaluar el estado de la empresa, los requerimientos exigidos en todo su ciclo de vida, el grado de cumplimiento, las responsabilidades derivadas y los costes asociados en materia ambiental.

Y es que, para todos los que trabajamos en el ámbito del medio ambiente industrial, resulta evidente que el medio ambiente cobra una especial importancia en la compra / venta de una empresa, debido a tres factores que todo buen comprador, o la consultora que contrate, deberá tener en cuenta:

  1. El medio ambiente en una empresa en crisis suele ser el primer factor que se abandona sin recibir la oportuna atención. Las instalaciones que se encuentran a la venta a precios de ganga, y más en épocas de crisis, muchas veces suelen llevar asociado un abandono importante de este ámbito de la gestión.
  2. Los vicios ocultos y costes asociados a una mala praxis ambiental son de los pocos que se pueden prolongar en el tiempo y se “heredan” entre propietarios, algo que no ocurre en otros ámbitos de la gestión empresarial. Esto es lo que hace que puedan suponer un coste añadido a futuro que habrá que tener en cuenta, aparte de las responsabilidades de tipo legal que se puedan estar asumiendo.
  3. La puesta en marcha, el reinicio de actividades paralizadas, la explotación, o incluso el cese y clausura de las instalaciones, son procesos dentro del ciclo de vida de las instalaciones que podrían conllevar el cumplimiento de determinados requerimientos ambientales que podrían costar tiempo y dinero al comprador.

Tal es así que el factor ambiental suele acabar influyendo de forma relevante no sólo en el propio proceso decisorio, sino también en la valoración de activos y por lo tanto en el precio final de la operación de adquisición, en la forma de estructurar la transacción, o incluso en la potencial exigencia de garantías adicionales al vendedor.

El medio ambiente es un factor de riesgo relevante en la adquisición de empresas que puede dar inversiones al traste con pérdidas millonarias.

Ni que decir tiene que, si la empresa a comprar pertenece al sector ambiental (generación de energías renovables, biocombustibles, gestión de residuos, depuración de aguas, etc), la necesidad de contar con profesionales ambientales con amplios conocimientos en el sector resulta aún de mayor relevancia. La contribución de estos profesionales a otros procesos de la “due diligence” como el análisis económico y financiero, el de mercados, o incluso la evaluación de la estrategia empresarial seguida, puede aportar información muy valiosa.

Entorno industrial y due diligence

La perfecta Due Diligence Ambiental.

Desde Ideas Medioambientales siempre solemos recomendar a los inversores que acuden a nuestra consultora, ya sean personas, instituciones, sociedades o fondos de inversión, que cuando quieran realizar una compra o adquisición, o incluso simplemente quieran entrar a realizar una inversión en una empresa existente, incorporen una “Due Diligence Ambiental” a su proceso de análisis habitual.

En este sentido, para nosotros, la perfecta Due Diligence Ambiental será aquella que contemple los siguientes ámbitos de análisis, adaptando el proceso de análisis a la tipología de actividad de que se trate y a las condiciones del entorno en el que se esté desarrollando.

Para ello, la perfecta Due Diligence Ambiental:

  • Adquirirá un conocimiento adecuado del entorno en el que se desarrolla la empresa y su evolución. Estudiará su sector, el ámbito geográfico y político en el que se ha establecido la actividad, sus aspectos ambientales principales y las problemáticas asociadas al centro en estudio.
  • Estudiará  también los requisitos ambientales y la jurisprudencia aplicable a la instalación. El marco legal establece en cada país distintas obligaciones y derechos tanto para el comprador como para el vendedor, así como requerimientos legalmente aplicables a cada una de las fases del ciclo de vida de la empresa en venta (puesta en marcha, explotación, parada, cierre y clausura, etc). Conocer estos resulta vital para conocer los riesgos y costes ambientales asociados a la compra.
  • Realizará un estudio en detalle del expediente ambiental disponible para la empresa en venta, recopilando información sobre proyectos técnicos, autorizaciones, permisos, notificaciones, actas de inspección levantadas, etc.
  • Conocerá en detalle el estado ambiental de la empresa en el momento de su potencial venta, así como el histórico ambiental acumulado en cada una de las áreas que le afecten. Para ello será imprescindible que se realicen visitas de inspección, se recopilen evidencias documentales del comportamiento ambiental (estudios, analíticas, controles, etc), se realicen estudios complementarios si procede, o se hagan entrevistas a los distintos actores (administración, trabajadores, proveedores, etc).
  • Diseñará los distintos escenarios y evaluará los potenciales riegos ambientales asociados a la adquisición y posterior explotación, cese o clausura de la actividad, estableciendo una valoración económica en cada uno de ellos.

 

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