A raíz de la utilización de cajas nido en nuevos frentes como PSF, se me ocurre hacer un repaso rápido sobre la trayectoria de este tipo de elementos como herramienta para mejorar la biodiversidad.
En España se empieza a utilizar este concepto por grupos de ornitólogos que comienzan a pensar en el beneficio medioambiental que reporta esta actividad (ornitólogos influenciados por sociedades anglosajonas mayormente).
En nuestro país, en los primeros momentos, la principal actividad fue lúdica, la simple satisfacción de contemplar la pequeña fauna “a golpe de vista”, no solo utilizan las cajas nidos la avifauna sino otras especies como reptiles, insectos, pequeños mamíferos etc.
A medida que pasan los años y se va apreciando el declive de ciertas especies, provocado por distintas razones, empezaron a valorar que con esta pequeña e inocente herramienta podemos favorecer a dichas especies que por la acción de las actividades humanas se han quedado sin el simple lugar donde nidificar.
Otro caso que se empieza a valorar es la divulgación ambiental, se comienza a utilizar la instalación de las cajas nido en programas de sensibilización sobre todo en escuelas para que los niños vayan tomando conciencia de lo que está ocurriendo en su entorno vital.
Pero en este periodo ocurre una cosa muy interesante (fruto de mi reflexión) y se está infantilizando esta actividad como algo solo para niños, al parecer “este cuento” no va con los adultos.
Error que los que hemos dedicado parte de nuestro tiempo a estas actividades tratamos de recalcar y corregir traspasando la frontera infantil, pasando a un nivel de adultos incluso de empresas. Por supuesto que esta base infantil es importante, estos niños, la mayoría habrán cerrado la brecha medioambiental que muchos de sus padres arrastran de tiempos en los que estos temas eran solo con sentido cinegético.
Por fin llegamos a otra etapa muy actual, la utilización de estos elementos en infraestructuras con objetivos adaptados a los nuevos tiempos y con efectos todavía no muy claros para la biodiversidad.
¿Podríamos, por tanto, utilizar esta técnica en un ambiente profesional para estudiar las ventajas que aporta a la biodiversidad en nuevas infraestructuras como es una planta fotovoltaica? La respuesta es que sí.
El secreto creo que es no obligar, pero si convencer con argumentos positivos que hagan fluir el convencimiento y que no se impongan las acciones a golpe de ley. Yo propondría a las empresas promotoras (muchos de sus responsables son adultos de los que aludíamos antes, esos que tienen la brecha medioambiental todavía en su conciencia) los muchos beneficios que reportaría la instalación de cajas nido, para insectívoros y pequeños rapaces, en sus instalaciones, incluso adjuntando en los documentos pautas de buenas prácticas en la construcción de plantas fotovoltaicas.
Hecha esta pequeña reflexión, que podría extenderse con muchos matices, he querido dar una pincelada sobre este tema.
Ideas medioambientales está apostando en este tema y voy a dar unas pautas desde mi experiencia personal que se podrían presentar a los promotores como valor añadido a sus proyectos.
Razones que se puedan adjuntar a un proyecto de instalación de cajas nido para insectívoros y rapaces en una PSF
- Facilitar la recuperación de especies vulnerables incluso amenazadas (valor añadido al proyecto).
- Proporcionar lugar seguro de cría para especies que carecen de huecos de forma natural en el entorno.
- Facilitar estudios científicos, anillamiento, valoración de comportamiento de fauna dentro de una PSF, etc.
- Utilización de una PSF como potenciador de biodiversidad.
- Efecto domino, ser precedente de este tipo de actuaciones para otras empresas.
- En segundo plano existen un efecto de divulgación ambiental dentro de la plantilla y empresas subcontratadas, en todas las escalas de rangos, desde obreros hasta directivos.
Tipos de cajas
Existe mucha bibliografía al respecto, y sobra enumerar los distintos tipos y formas de cajas nido que habría que valorar para un proyecto de estas características. Esta reflexión solo trata de puntualizar en cuestiones de uso.
En cuanto los tipos de cajas y puesto que hablamos de proyectos de millones de euros yo propondría la utilización de cajas nido prefabricadas de cemento y serrín, son más caras, pero mucho más duraderas, que es una de las grandes desventajas que tienen las de madera, aunque la madera laminada también es una opción válida.
Dónde y cómo
Tendemos a pensar que instalar una caja nido es un acto infantil que vale cualquier sitio, se pasa el día de la actividad y ya es suficiente. Muy lejos de la realidad, para hacer un buen trabajo tenemos que tener en cuenta cierto aspectos.
- Un pequeño estudio de costumbre y hábitos de las especies objetivo y valorar los mejores sitios de instalación.
- Orientación adecuada sobre todo mirando al sur y la entrada de la caja en contra de los vientos predominantes, siempre y cuando las circunstancias lo permitan.
- Evitar cuerdas y materiales plásticos para la fijación, que se puedan degradar fácilmente.
- Para aves insectívoras, en medio natural, se colgarán a más o menos cuatro metros de altura utilizando una pértiga, lejos de ramas que sirvan de entrada a depredadores, las cajas irán sin palito de apoyo en la entrada pues lo utilizaran para entrar otras especies no deseadas. En una PSF habría que estudiar los lugares óptimos y la manera de fijación
- Para pequeñas rapaces, tanto en medio natural como en PSF deberán estar fijas utilizando diferentes técnicas de instalación (postes, cornisas, casas en ruinas próximas etc.)
Francisco Bustamante, Biodiversidad