PRL y medio ambiente (II) Picaduras y mordeduras

Continuando con nuestra serie de post dedicados a la Prevención de Riesgos Laborales PRL y medio ambiente que iniciamos con el capítulo de Temperaturas Extremas, revisamos en esta ocasión otro de los riesgos para el personal que trabaja en el medio natural: los causados por la fauna, y que dependen siempre del tipo de trabajo, la región geográfica, la estación del año y el tiempo que permanecemos en el exterior; las picaduras y mordeduras.

Antes de revisar estos riesgos debemos recordar que los empresarios deben capacitar al personal que trabaja al aire libre para prevenir estos peligros laborales, especialmente en lo referente a la identificación de riesgos y a las recomendaciones para prevenir y controlar la exposición a estos riesgos.

Analizamos brevemente en este post las picaduras y mordeduras; por insectos (principalmente himenópteros), por serpientes, cómo protegernos contra las garrapatas y llegado el mes de marzo (e incluso antes) la presencia de la procesionaria del pino en nuestros bosques, ya que consideramos éstos como los principales riesgos biológicos a los que estamos expuestos en nuestro trabajo diario en el medio natural. A continuación daremos algunas indicaciones básicas sobre cómo protegernos y algunos primeros auxilios sobre cómo actuar en caso de incidencia.

Picaduras de insectos

Cuando trabajamos en el medio natural corremos el riesgo de sufrir picaduras de insectos, principalmente himenópteros como abejas y avispas, o también arañas, escorpiones, escolopendras, etc. Aunque la mayoría de estas picaduras sólo causan una molestia leve o fuerte según especies, algunas pueden provocar reacciones alérgicas graves que requieren de atención médica de urgencia.

Como recomendaciones generales para prevenirlas, deberemos realizar las siguientes acciones:

  • Durante las marchas o momentos de ascensión, extremar la atención al agarrarnos a rocas o ramas.
  • No acercarnos conscientemente a panales de abejas ni a nidos de avispas y si el acercamiento ha sido accidental, alejarnos con movimientos lentos. Estos panales se sitúan en los sitios más recónditos, por ejemplo donde más solemos verlos, dado nuestro trabajo, es dentro de los alvéolos de las plantas de repoblación.
  • Extremar las precauciones al acercarnos a las plantas que estén floreciendo, siempre que sea posible.
  • Si un insecto peligroso está volando a nuestro alrededor, lo mejor será quedarnos quietos y tranquilos, ya que si tratamos de matarlo puede hacer que nos pique.
  • Si nos atacan varios insectos lo mejor, sin duda, será alejarnos corriendo. Por ejemplo, las abejas al picar pueden liberar una sustancia química que atrae a otras abejas.
  • Usar ropa lisa, de colores claros y que nos cubra la mayor parte posible del cuerpo.
  • Y recuerda que, si se cuela un insecto dentro de nuestro vehículo, debemos parar despacio y abrir todas las ventanas.
  • Si bebes en recipientes que contengan líquidos azucarados, comprueba antes que no existan abejas o avispas en los bordes o el interior.
  • Al dejar ropa en el suelo tras una pausa, comprueba antes de ponértela que no existe ningún insecto peligrosos entre los pliegues.

Si aun habiendo llevado a cabo las medidas anteriores nos pica uno de estos insectos voladores, a continuación, se indican una serie de primeros auxilios que pueden sernos de utilidad:

  • Lavar el sitio de la picadura con agua y jabón.
  • Quitar el aguijón poniendo una gasa en el área (nunca apriete el aguijón, ni utilice pinzas)
  • Poner hielo en la picadura para reducir la inflamación.
  • No rascar la picadura para evitar provocar mayor inflamación, picazón y riesgo de infección.
  • Procurar permanecer al lado de alguien para asegurarse la atención en caso de reacción alérgica, y en este caso, trasladar a la víctima a un centro sanitario, vigilando las constantes vitales en casos graves.

Mordeduras de serpientes

Para diferenciar si una serpiente es venenosa o no, debemos tener en cuenta que la mordedura de una serpiente venenosa se caracteriza por la presencia de dos pequeños orificios sangrantes, mientras que las mordeduras de serpientes no venenosas presentan una serie de puntos sangrantes en hilera, sin dolor ni inflamación importante al no haberse inoculado veneno. Las principales medidas preventivas que debemos tener en cuenta a la hora de realizar nuestro trabajo en el medio natural, para evitar ser mordidos por ofidios, serán:

  • Utilizar botas de cuero o de hule, o incluso polainas, al cruzar por un área boscosa.
  • Usar un simple palo al caminar por áreas boscosas cerradas para ir golpeando el lugar en donde se dará cada paso. Esto provocará la huida de las serpientes que se encuentren en el camino y ayudará a observarlas antes de que ocurra un accidente.
  • Nunca atraparemos una serpiente con las manos, pues instintivamente se defenderán de cualquier daño que se intente ocasionarles y actuarán agresivamente.
  • No usaremos las manos cuando en el campo queramos buscar algo entre troncos o debajo de ellos, o bien, dentro de cuevas o grietas, ya que esos lugares son sitios predilectos de resguardo para serpientes de todo tipo.
  • Antes de sentarnos a descansar en cualquier lugar, observaremos con detenimiento el área elegida para hacerlo. A las serpientes les gusta descansar detrás de grandes troncos caídos en los caminos o dentro del bosque y muchas veces se trepan en ellos en busca de los rayos del sol.
  • Trataremos, siempre que sea posible, de ir siempre acompañado de otra persona, ya que si ocurre cualquier accidente, la otra persona puede socorrernos.

En el caso de ser mordido por una serpiente venenosa, debemos tener en cuenta lo siguiente:

  • No realizar incisiones en el sitio de la mordedura, ya que el riesgo de infección y el sangrado se ven favorecidos.
  • No hacer torniquetes ya que restringe la acción del veneno en un área determinada del cuerpo, esto le permite ser más concentrado y causar mayor daño o más severo.
  • No colocar compresas  frías o hielo, porque podrían empeorar las lesiones locales ocasionadas por el veneno.
  • No administrar bebidas alcohólicas.
  • No succionar con la boca. Esto podría favorecer las infecciones en el sitio de la mordedura.
Víbora hocicuda (Vipera latastei) Fuente: fotonatura.org
Víbora hocicuda (Vipera latastei) Fuente: fotonatura.org

Siguiendo los siguientes pasos para auxiliar al accidentado:

  • Calmar a la persona y póngala en reposo.
  • Intentar identificar el tipo de animal que ha producido la lesión.
  • Limpiar la zona mordida con jabón para desinfectarla.
  • Quitar cualquier torniquete que se haya hecho.
  • Mantener a la persona hidratada.
  • Inmovilizar la extremidad mordida.
  • Y lo más importante: Llamar al teléfono de emergencia sanitaria 112 o trasladar al paciente inmediatamente al hospital o centro de salud más cercano de la zona para que reciba el suero antiofídico lo antes posible.

Cómo actuar ante la presencia de garrapatas

Otro de los riesgos a los que estamos expuestos cuando realizamos el trabajo de vigilancia ambiental en el medio natural son las molestas picaduras de garrapatas, especialmente cuando se realiza la vigilancia ambiental de líneas eléctricas al atravesar áreas de vegetación densa, matorral, pastizales altos o zonas de bosque.

Generalmente una garrapata fijada al cuerpo no causa dolor, siendo lo más frecuente que provoque una pequeña lesión en la piel afectada por la picadura.

Es importante prevenir las picaduras de garrapatas y en el caso de que alguna nos hubiera picado, conviene extraerla lo antes posible.

Las principales medidas preventivas que debemos tener en cuenta para evitar estas desagradables picaduras son:

  • Usar botas, pantalones largos y camisas de manga larga.
  • Los pantalones deberán llevarse por dentro de los calcetines para impedir que las garrapatas trepen.
  • Vestir ropa de colores claros para visualizar las garrapatas más fácilmente y así impedir su paso a la piel.
  • Se recomienda revisarse de vez en cuando la ropa y la piel para asegurarse que no hay ninguna garrapata.
  • Una vez en casa, se deben quitar las ropas e inspeccionar muy bien todas las áreas de la piel, incluyendo el cuero cabelludo, ya que las garrapatas pueden trepar rápidamente por todo el cuerpo.

En caso de detectar un parásito en nuestro cuerpo, deberemos extraerlo por completo, para evitar que si dejamos algún resto nos pueda provocar alguna infección. Los principales pasos a seguir serán:

  • Con unas pinzas, sujetar la garrapata de la cabeza, lo más cerca posible de nuestra piel.
  • Tirar hacia afuera con un movimiento lento y firme para desprender la garrapata, teniendo cuidado de no dejar la cabeza incrustada en la piel.
  • Lavar por completo toda el área con agua y jabón durante unos minutos. Enjuagar el área y desinfectar el sitio de la picadura.

Si pasados unos días después de la picadura de la garrapata se observan síntomas similares a los de la gripe, fiebre, dolor de cabeza o dolor muscular, se debe acudir al médico y no olvidar comunicarle la picadura recibida, para que pueda hacer una valoración adecuada de la situación.

Urticaria por procesionaria del pino

La procesionaria del pino es conocida sobre todo por sus orugas urticantes, que al principio de la primavera abandonan sus característicos bolsones, formando una procesión una detrás de otras, para enterrarse en la tierra, pupar y completar su metamorfosis.

Ampliamente extendida en España, y de forma natural se encuentra en equilibrio en los bosques sobre las especies de pinos, cedros y abetos.

Thaumetopoea
Thaumetopoea pityocampa. Fuente: Ideas Medioambientales

La oruga procesionaria está rodeada de unos pelos urticantes que al dispersarse y flotar en el aire pueden producen irritación en la piel, nariz y ojos. Si se produce un contacto directo con la oruga, su pelo se clava en la piel y con ello un producto tóxico que genera la liberación de histamina en la persona afectada y, en consecuencia, la reacción alérgica.

La reacción alérgica a la procesionaria se manifiesta en urticaria. La piel se inflama y sobre ella se forman ronchas rojizas. Lo normal es que la urticaria desaparezca espontáneamente. Si esto no ocurre, deberemos de acudir a un centro médico para ser atendidos por personal sanitario.

La mejor medida de prevención es evitar cualquier contacto con la procesionaria, con sus nidos y también con los árboles afectados por la plaga, ya que sus pelos pueden despegarse de la oruga y ser arrastrados por el viento hasta entrar en contacto con las personas.

En resumen, continua disfrutando de tus días de campo tomando en consideración estas premisas y no tendrás de qué preocuparte.

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