Es normal que los cazadores te cuenten que antes había más perdices en el campo, y en general, más pájaros. Debe ser verdad, porque incluso los que aún tenemos pocas canas, lo vemos a diario en nuestros días de campo. Además, hay datos que lo demuestran.
SEO/Birdlife lleva desde 1998 repitiendo censos de aves en toda España. Emplea siempre la misma metodología y hace por tanto comparables los datos. Estos datos nos indican que desde 1998 hasta 2016 la perdiz roja ha perdido entre el 34% y el 47% de sus poblaciones.
Si nos bajasen el sueldo en ese porcentaje, ¿lo notaríamos? ¿qué haríamos? pues con la perdiz, nada, seguimos mareándola.
Volvemos a lo que dice la gente, antes veía más, pero no tenemos cifras, ni sabemos cuantas se cazaban en un lugar determinado. Y por tanto no podemos cuantificar. Aunque no tenemos acceso al excelente trabajo que seguro está haciendo SEO/Birdlife, sí podemos saber cómo ha cambiando un coto de caza ¿Cómo? Tenemos un magnífico archivo fotográfico, desde 1945 de toda España y podemos ver cómo era un lugar determinado cuando había muchas perdices. Aquí va un ejemplo de 1957.
En la imagen anterior vemos más de 50 parcelas. No sabemos que habría sembrado en esta zona, pero con tantas parcelas, a buen seguro habría variedad; centeno, cebada, barbechos, algún erial y sobre todo kilómetros de linderos. Y había perdices. Si vemos la siguiente, dando un salto en el tiempo, llegamos a los años setenta.
El paisaje ha cambiado, y mucho. Muchas de las parcelas están ahora juntas, en una gran parcela central. Pero todavía quedan bastantes y se aprecia que debían tener distintos cultivos. Seguimos con nuestra máquina del tiempo, ahora nos vamos a los noventa con la siguiente imagen.
Aquí ya se nota la política agraria común. Si pensábamos que ya habíamos terminado de unificar parcelas y uniformizar el paisaje, estábamos equivocados. Las pocas que quedaban se han ido incorporando a la central, desde luego aquí hay poco sitio para las perdices. ¿dónde pueden criar? ¿dónde van a comer saltamontes y otros bichos esos perdigones? y ¿cómo está ahora? Esto es lo que hay en la actualidad.
Más de 2oo hectáreas en un par de hojas, sin linderos, ni ribazos, todo cultivado de lo mismo y al mismo tiempo. Y esto ha pasado en gran parte de España. Tal vez hemos olvidado que las perdices viven en el campo y como es el campo en el que les gusta vivir.
Está claro que el agricultor tiene que conseguir la mejor rentabilidad de su explotación. Y esto ha llevado a una mecanización intensiva de las labores agrícolas, que requieren grandes bancales, en los que la maquinaria pueda manejarse. Es legítimo y no podemos ni debemos oponernos. Pero si los cazadores, o un propietario de un coto o de una finca, quieren cazar deben actuar a nivel de paisaje. Tenemos que recuperar el paisaje primitivo. Se puede hacer, sin comprometer la rentabilidad de la explotación agrícola. Y sin que cueste mucho dinero.
En próximas entradas te contaremos cómo y haremos un poco de números para ver si es interesante o no.
Fotografía de portada: Lienzo “Perdices y cardos” de Manuel Sosa