La importancia de los hongos en los ecosistemas forestales

La presión recolectora que sufren determinadas especies de hongos, así como las malas prácticas derivadas de una incontrolada intervención humana en los ecosistemas, junto con los cambios climáticos y los efectos negativos de la contaminación actual, están afectando a la desaparición de especies de hongos y a la alteración de las comunidades fúngicas. La creación de las listas rojas está siendo una de las principales herramientas utilizadas para advertir sobre la necesidad de que gestores medioambientales y políticos tomen cartas en el asunto. Y es que la importancia de los hongos en los ecosistemas forestales de nuestro medio natural es enorme, hasta el punto de que está íntimamente ligada a la supervivencia de las masas vegetales, con todo lo que esto implica. Los hongos desempeñan un papel esencial para el funcionamiento de los ecosistemas, principalmente debido a sus características tróficas. Así, estudiando las diferentes formas de vida de los hongos y cómo se alimentan, seremos capaces de advertir su importancia en la naturaleza. Los hongos pueden ser:

  • Simbiontes.

Son todos aquellos capaces de crear asociaciones simbiontes con las plantas que comparten su hábitat creando lo que se conoce como micorrizas (término empleado por primera vez por el botánico alemán Frank en 1885), una asociación a nivel radicular beneficiosa para ambos seres, ya que, mientras el hongo ayuda a la planta en la absorción de agua y nutrientes tales como el fósforo y el nitrógeno, éste recibe a cambio carbohidratos generados en la fotosíntesis. Se establece que entre el 85% y el 95% de las plantas vasculares forman micorrizas, que pueden ser de tipo ectomicorrícico (entre un 3% y un 5% del total) o endomicorrícico (el resto). En el primer caso, las hifas de los hongos recubren las paredes de las células de la raíz de los vegetales sin penetrar en su interior, mientras que en las endomicorrizas, las hifas invaden el interior de dichas células.

Raíz hongos_Ideas medioambientales
Raíz

La importancia de las ectomicorrizas en ambientes forestales es enorme, pues establecen asociaciones de este tipo árboles y arbustos de familias tan importantes como Pinaceae, Fagaceae, Betulaceae y Salicaceae, entre otras. Por otra parte, los hongos formadores de ectomicorrizas forman parte de géneros tan comunes en nuestros montes como Amanita sp., Boletus sp., Lactarius sp., Hebeloma sp., Tuber sp., Terfezia sp., etc. Además, las fructificaciones de algunos de estos hongos tienen gran interés económico por ser muy apreciados para el consumo humano (como en el caso de los boletos, níscalos, trufas y patatas de tierra).

Hectomicorrizas ideas medioambientales
Ectomicorrizas de Lactarius deliciosus L. (Gray) sobre raíces de pino

La aplicación forestal práctica de las ectomicorrizas puede estar dirigida, o bien a la producción de planta micorrizada para la forestación de zonas problemáticas, o bien a la producción de planta micorrizada con hongos de interés comercial, como en el caso de encinas micorrizadas con trufa.

Castaño micorrizado ideas medioambientales
Repoblación en terreno agrícola con castaños micorrizados en Galicia

Tuber ideas medioambientales
Recolección de Tuber melanosporum Vittad. en una plantación de encina micorrizada

Dentro de las endomicorrizas se distinguen diversos tipos:

  • Vesículo-arbusculares. Aparecen en la mayoría de las plantas arbustivas, herbáceas, especies tropicales, algunos árboles de la zona templada (como el arce y el fresno) y en la casi totalidad de las plantas cultivadas. Los hongos formadores de este tipo de micorrizas pertenecen al Orden Glomales. Estos hongos son estrictamente simbióticos, no pueden desarrollarse en ausencia de su hospedador, contrariamente a los hongos ectomicorrícicos. Son muy utilizadas plantas con este tipo de asociación para reforestar tierras áridas, donde las plantas sufren un fuerte estrés hídrico.
Reforestación ideas medioambientales
Reforestación en Molina del Segura (MU) en 2010 con arbustos autóctonos como espino negro (Rhamnus lycioides L.), lentisco (Pistacia lentiscus L.), acebuche (Olea europea L.), retama (Retama sphaerocarpa (L.) Boiss.), albaida (Anthyllis cytisoides L.), mirto (Myrtus communis L.), enebro (Juniperus oxycedrus L.) y jara (Cistus albidus L.) con los hongos micorrícicos vesículo-arbusculares Glomus intraradices N.C. Schenck & G.S. Sm. ; Glomus mosseae (T.H. Nicolson & Gerd.) Gerd. & Trappe y Glomus desertícola Trappe, Bloss & J.A. Menge
  • Ericoides. Aparecen en plantas del Orden Ericales, los brezos, asociadas a hongos de la División Ascomycota. Se caracterizan por hifas intracelulares en forma de tirabuzón y son muy efectivas en la absorción del nitrógeno y aumentan la tolerancia de las plantas a la toxicidad por metales pesados, lo que se ha aprovechado ya en la recuperación de suelos contaminados.
  • Arbutoides. Son exclusivas de algunos géneros de plantas del Orden Ericales (Arbutus sp. y Arctostaphylos sp.) y se asocian tanto a hongos de la División Basidiomycota como Ascomycota. Presentan hifas intracelulares en forma de tirabuzón pero también aparecen en los espacios intercelulares a modo de red de Hartig.

La presencia de hongos micorrícicos en monte no supone solamente un beneficio directo para las plantas que habitan en él, además, los entramados miceliares que se extienden en los horizontes superficiales del suelo mejoran su estructura y su productividad, aportando estabilidad y resistencia ante cualquier perturbación.

  • Saprófitos.

Estos hongos se nutren de sustancias producidas por la descomposición de la materia orgánica muerta (tanto vegetal como animal), por lo que, junto con las bacterias, están involucrados en el reciclaje de nuestros montes. Para ello, utilizan enzimas capaces de degradar las fuentes de carbono complejas como la celulosa, la lignina o el almidón y transformarlas en moléculas sencillas y nutritivas como azúcares y aminoácidos. Mientras algunos hongos aprovechan indistintamente materia orgánica de origen diverso, otros prefieren sustratos más específicos. Así encontramos, entre otros:

  • Hongos lignícolas que se desarrollan sobre madera muerta, como Fomes fomentarius (L.) Fr. y Agrocybe aegerita (V. Brig.) Singer.
  • Hongos pratícolas que viven en los prados, como Volvariella speciosa (Fr.) Singer o Macrolepiota sp.
  • Hongos humícolas que se desarrollan en el humus o mantillo, como los champiñones (Agaricus sp.), Coprinus lagopus Fr. (Fr.) y Entoloma lividum Quél.
  • Hongos estrobilícolas que crecen sobre las piñas y otros frutos, como Mycena seynii Quél. y Baeospora myosura (Fr.) Singer.
  • Hongos coprófilos que viven sobre excrementos de animales, como Panaeolus semiovatus (Sowerby) S. Lundell & Nannf. O.
  • Hongos que se desarrollan sobre huesos de animales como Onygena equina (Willd.) Pers.

La descomposición es un proceso largo y sin la actividad de los hongos saprofitos, la biomasa se acumularía y colapsaría el funcionamiento de los ecosistemas. Algunos de estos hongos son además los más comercializados en todo el mundo, como es el caso del champiñón de París (Agaricus bisporus (J.E. Lange) Imbach), la seta de paca (Pleurotus ostreatus (Jacq.) P. Kumm), la seta de cardo (Pleurotus eryngii (DC.) Gillet) o el shii-take (Lentinula edodes (Berk.) Pegler).

Hongos saprofitos ideas medioambientales
Ejemplos de hongos saprofitos, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Agrocybe aegerita (V. Brig.) Singer., Mycena seynii Quél., Volvariella speciosa (Fr.)., Onygena equina (Willd.) Pers., Panaeolus semiovatus (Sowerby) S. Lundell & Nannf. O., Entoloma lividum Quél.
  •  Parásitos.

Estos hongos se caracterizan por vivir en diferentes huéspedes, a los que provocan daños más o menos graves o incluso la muerte. Si provocan una enfermedad en el hospedante se habla de patógenos. Algunos necesitan vivir de células vivas (biotróficos) y otros son capaces de seguir degradando la materia orgánica de forma saprobia cuando el hospedante ha muerto (hongos necrófitos). El parasitismo responde a la existencia de un control biológico natural. Estos hongos juegan un importante papel en los ecosistemas, actuando como factores equilibradores de los mismos y afectando a la competencia entre especies vegetales. Favorecen la diversidad, provocando cambios en el tamaño y distribución de las especies vegetales. Sin embargo, en bosques monoespecíficos estos hongos pueden causar graves daños en las masas forestales. Un ejemplo de este tipo de hongos, que afecta tanto a coníferas como a frondosas, es Armillaria mellea (Vahl.) P. Kumm, hongo comestible cuando el carpóforo se encuentra en sus primeros estadios de desarrollo.

Armillaria mellea ideas medioambientales
Armillaria mellea (Vahl.) P. Kumm sobre pino. La infección de las plantas sanas puede producirse en los puntos de contacto entre raíces de plantas cercanas
  • Conclusión

Cada día es mayor la intervención humana en el medio natural, modificando los hábitats a su antojo. Los hongos, al igual que los demás grupos bióticos, están sufriendo las consecuencias de esta actividad humana, tanto de forma directa por la recolección indebida de los carpóforos y destrucción de sus hábitats, como indirecta por la contaminación. Las diferentes especies de hongos realizan un gran número de funciones ecológicas que mejoran la capacidad de recuperación de los ecosistemas. Son por lo tanto unos excelentes indicadores del estado de conservación de nuestros bosques y es imprescindible mantener una alta diversidad de hábitats para favorecer el crecimiento y reproducción de sus especies, no sólo con el fin de poder disfrutar con su recolección, sino también para asegurar el futuro de nuestros espacios verdes.

Comments (3)

  1. […] el papel que las setas juegan dentro del equilibrio de los ecosistemas forestales, lo cual exige garantizar un adecuado estado de conservación tanto de la diversidad de las […]

    21 noviembre, 2016
    • Jessica

    It helped me alot thanks

    26 febrero, 2020
      • Ideas Medioambientales

      Thanks to you too, for following us and reading us.

      28 febrero, 2020

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