Infraestructura Verde ¿un nuevo paradigma en la conservación de la naturaleza?

De acuerdo con la Comisión Europea, la infraestructura verde (IV) es una red ecológicamente coherente y estratégicamente planificada de zonas naturales y seminaturales y de otros elementos ambientales, diseñada y gestionada para la conservación de los ecosistemas y el mantenimiento de los servicios que nos proveen. Incluye espacios y otros elementos físicos ‘verdes’ en áreas terrestres (naturales, rurales y urbanas) y marinas.

Es un concepto “ambicioso, holístico e integral” (Valladares et all 2017), pues que no solo esta dirigido a la conservación de los ecosistemas, si no a mantener los servicios que nos suministran. En este sentido, la conservación no tiene un sentido solo medioambiental, sino de considerar también las mejoras económicas y sociales, que al mantener los ecosistemas sanos, conectados y restaurados se pueden tener.
Así pues, algunas de las principales funciones de las IV quedan recogidas en la siguiente figura de la Comisión Europea (2014) destacando entre ellas

  • Mejorar las funciones ecológicas de los ecosistemas y, por tanto, promover los servicios de los ecosistemas.
  • Protección de los ecosistemas y de la biodiversidad.
  • Promover una mejor calidad de vida y bienestar humano.
  • Promover el desarrollo de la economía verde y una gestión sostenible del territorio

Concepción multifuncional de la IV

Figura 1: Concepción multifuncional de la IV. Fuente: Estrategia Nacional de la IV (2024) Adaptado de la Comisión Europea (2012)

La Infraestructura Verde no es por tanto una nueva figura de protección del patrimonio natural o ambiental, a modo de un espacio protegido, sino una herramienta integradora en la que se tienen en cuenta tanto el perfil ambiental como el social y económico. Los elementos que pueden formar parte de esta red, en función de la Estrategia Nacional de IV, podrían ser entre otros:

  • Espacios protegidos.
  • Hábitats en peligro de desaparición y de especies en peligro de extinción, así como Hábitats prioritarios a restaurar.
  • Áreas de montaña.
  • Cursos fluviales y humedales.
  • Corrientes oceánicas y cañones submarinos.
  • Rutas migratorias que faciliten la conectividad.
  • Vías pecuarias.
  • Sistemas de alto valor natural originados como consecuencia de las buenas prácticas aplicadas por los diferentes sectores económicos.
  • Terrenos afectados por los bancos de conservación de la naturaleza.
  • Instrumentos utilizados por las administraciones competentes en la aplicación del convenio europeo del paisaje.

No obstante, en la definición de los elementos que componen la infraestructura verde, cobra especial importancia el concepto de la escala. La Infraestructura Verde presenta elementos que van desde una escala continental, como grandes corredores transnacionales, hasta elementos de reducidas dimensiones que tienen un gran valor para la biodiversidad y la provisión de servicios de los ecosistemas a escala local.

A continuación, se muestran las acciones de la UE de acuerdo a la Estrategia Europea de Infraestructura Verde en diferentes niveles competenciales.

Acciones de la UE en materia de IV
Figura 2; Acciones de la UE en materia de IV: Fuente: Estrategia Nacional de la IV (2024). Adaptado de la Agencia Europea de Medio Ambiente (2011)

La estrategia, en cuanto al diseño e implementación de la Infraestructura Verde, tiene que considerar estas diferentes escalas espaciales, cómo interactúan entre ellas y cómo articular dicha implementación (Naumann et al., 2011a). Así, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA, 2014) en su propuesta metodológica propone un acercamiento multiescalar (con 2 escalas diferentes) para la identificación de los elementos de la Infraestructura Verde, dependiendo de los objetivos que se persigan:

  • Análisis a nivel de paisaje (resolución de 1 km): se identifican y cartografían elementos de la Infraestructura Verde o funciones y servicios de los ecosistemas.
  • Análisis a escala local (recomendada < 100 m): se identifica la Infraestructura Verde de carácter urbano como parques y zonas verdes, entre otros

Sintetizando la información anterior, podemos afirmar que los principales elementos que componen la IV serían los correspondientes a:

  • Mantenimiento de la biodiversidad
  • Conectividad
  • Servicios ecosistémicos

Estos tres pilares, además serán recorridos de forma transversal por otros tres principios básicos de esta red, que serían:

Por otro lado, atendiendo a la capacidad de suministro de servicios de los ecosistemas, valor para la conservación de la biodiversidad y conectividad ecológica, los diferentes elementos de IV el territorio serán clasificados en dos niveles:

  • Nivel 1: IV (C) para conservación. Áreas que proporcionan varias funciones ecológicas clave, tanto para la biodiversidad amenazada como para el suministro de servicios de los ecosistemas esenciales para el bienestar humano, y en las que la conservación resulta la herramienta de gestión prioritaria con el fin de mantener estos altos valores ecológicos, así como, de conectividad de los tipos de hábitat naturales y seminaturales.
  • Nivel 2: IV (R) para restauración. Áreas que proporcionan bajos niveles de funciones ecológicas, pero su capacidad podría mejorarse con algún tipo de restauración. Integrará ámbitos que requieren algún tipo de restauración con el fin de mejorar sus funciones ecológicas potenciales. La mejora e inclusión de estos elementos a las zonas de IV (C) para conservación aumentaría la resiliencia ecológica y social de toda la red.

Biodiversidad

La biodiversidad sigue siendo el núcleo de la Infraestructura Verde, aunque como ya hemos visto es mucho más que un instrumento de conservación de solo la biodiversidad.
El mantenimiento de la biodiversidad sensu estricto, es una pieza que se ha valorado en otras estrategias, y podría estar fundamentado en el propio mantenimiento de los espacios naturales protegidos. En función de la Guía metodológica para la identificación de los elementos de Infraestructura Verde de España se establece la metodología para la integrar la biodiversidad en el contexto de la valoración del territorio para la identificación de la IV la desarrollada en Díaz et al. (2020) para la cartografía del valor ponderado de conservación de la biodiversidad amenazada que alberga el territorio.

Este indicador, relacionado con la presencia de especies amenazadas en un determinado elemento espacial, permite establecer una aproximación a su valor para la conservación relacionado con tres aspectos fundamentales:

  1. El grado de amenaza, entendiendo que la presencia de especies más amenazadas implica un mayor valor de conservación del territorio en las que están presentes.
  2. El papel funcional de cada especie, asociando un mayor valor de conservación a la presencia en el mismo de especies clave o ingenieras de ecosistemas.
  3. La disponibilidad de información sobre la especie, incrementando el valor del indicador su mejor conocimiento.

Cobra también espacial importancia el concepto de Restauración asociado a este mantenimiento de la biodiversidad. La restauración ecológica es el proceso mediante el cual se promueve el restablecimiento de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido. El concepto original de la restauración ecológica es la recuperación de la estructura y la funcionalidad de un ecosistema.

Conectividad

El objetivo básico de la Estrategia estatal de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas es conservar la biodiversidad. Para lograrlo no sólo deben delimitarse y protegerse aquellos espacios que albergan mayor biodiversidad, además han de llevarse a cabo actuaciones de conservación que consideren el conjunto del territorio .
La mejora o aumento de la conectividad entre los paisajes o hábitats es útil para conservar la biodiversidad. La conectividad se traduce en un incremento del intercambio de individuos entre poblaciones, un incremento de la persistencia local y regional de las poblaciones, reduciendo así la tasa de extinción y aumentando la tasa de colonización. La conectividad del paisaje favorece no solo movimientos de especies animales, sino también de especies vegetales y flujos de materia y energía.

Para alcanzar la conectividad ecológica en España es necesario ir más allá de la protección de la Red Natura 2000

Respecto a la identificación de los elementos que pueden componer la IV al respecto de este factor, en general, todos los métodos de análisis de la conectividad ayudan a identificar elementos del paisaje prioritarios para la conservación de la conectividad, lugares en los que se concentran los flujos de movimiento de individuos y genes, relacionados en general el cálculo de densidades de caminos de mínimo coste establecido a partir de la información de la capa de resistencia.

Además, algunos métodos ofrecen la opción de considerar un escenario de restauración de la conectividad, identificando y priorizando los elementos del paisaje clave para la mejora de los movimientos de individuos y genes en el paisaje. Estos métodos añaden a los anteriores la posibilidad de planificar actividades de restauración ecológica orientadas a la mejora de la conectividad del paisaje

Servicios ecosistémicos

Los servicios de los ecosistemas se suelen definir como las contribuciones directas e indirectas de los ecosistemas al bienestar humano (Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, 2011). Tienen el potencial añadido de favorecer la fijación de población en el territorio. Se pueden dividir en los siguientes subgrupos:

  • Servicios de abastecimiento: aquellas contribuciones directas al bienestar humano provenientes de la estructura biótica y geótica de los ecosistemas. Principalmente se refieren a los servicios que se encargan del suministro de materiales y las fuentes de energía proporcionadas por los ecosistemas. Algunos ejemplos son: agua dulce, madera, fibra, recursos genéticos, medicinas, etc.
  • Servicios de regulación y mantenimiento: aquellas contribuciones indirectas al bienestar humano provenientes del funcionamiento de los ecosistemas. Principalmente se refieren a los servicios que se encargan del mantenimiento de las funciones de las estructuras que regulan los ecosistemas. Algunos ejemplos son: regulación climática, regulación de la calidad de aire, regulación hídrica y depuración del agua, control de la erosión y fertilidad del suelo, etc.
  • Servicios culturales: aquellas contribuciones intangibles que la población obtiene a través de su experiencia directa con los ecosistemas y su biodiversidad. Algunos ejemplos son: identidad cultural y sentido de pertenencia, sentimiento espiritual y religioso, actividades recreativas y de ecoturismo, educación ambiental, etc.

Por tanto, la Infraestructura Verde hay que entenderla como un nuevo enfoque en la protección de la biodiversidad, con una herramienta integradora en la que se tienen en cuenta tanto el perfil ambiental como el social y económico. Su función, entre otras cosas, es la de alcanzar una mejor planificación territorial y urbanística, con vistas a evitar el deterioro y la pérdida de biodiversidad, aglutinando tanto las figuras de protección como cualesquiera otros elementos que puedan representarse cartográficamente y deban ser tenidos en cuenta a la hora de adoptar las decisiones sobre conservación, explotación y uso sostenible del suelo.

Desde Ideas Medioambientales podemos ayudarte a planificar tu proyecto de infraestructura verde para mejorar la conectividad y la biodiversidad en territorios en el marco de tu proyecto o territorio, no dudes en contactar con nosotros.

Alejandro Redondo Martínez, Evaluación Ambiental

Referencias normativas y bibliográficas:

  • Guía metodológica para la identificación de los elementos de Infraestructura Verde de España (2ª Edición) Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 2024
    Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas (ENIVCRE) fue aprobada mediante la Orden PCM/735/2021, de 9 de julio
  • Valladares, F., Gil, P. y Forner, A. (coord.). 2017. Bases científico-técnicas para la Estrategia estatal de infraestructura verde y de la conectividad y restauración ecológicas. Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Madrid. 357 pp.

 

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