El legado de una mente ‘celestial’

290 aniversario del nacimiento del mayor científico en la historia de España (1832-2022)

La mar océana lo circunda todo. Apoyado sobre la borda de La Castilla, barco de la marina española. El joven científico sufre una especie de visión alucinógena en mitad de aquel azul profundo, sin un palmo de tierra firme en miles de millas a la redonda. La inmensidad del Atlántico lo cautiva y al mismo tiempo lo estremece. Lleva días con náuseas y sabe que el viaje demorará aún dos semanas más. A pesar de su juventud ya es una de las mentes más preclaras de la Ilustración española y, como gran reto de su vida, ha aceptado convertirse en médico personal de Pedro Messía de la Cerda, virrey de Nueva Granada, un vasto territorio que correspondería con las actuales Colombia y Venezuela. Es finales del verano de 1760.

Muchos años antes de aquel día, la madrugada del 6 de abril de 1732, en el piso de arriba de la pequeña librería que su padre regentaba en Cádiz, su madre, Gregoria Bosio, apretujaba con sus manos las sábanas de la cama tratando de abrir la puerta al mundo a su primer hijo.

—Llevarás el nombre de todos tus abuelos—le dijo su padre, Julián Mutis, al sostenerlo en sus brazos por primera vez.

—Te llamarás José Celestino Bruno Mutis Bosio, y serás—le faltó decirle—el mayor científico del reino de España. Su padre, obviamente, fue incapaz de imaginarlo entonces.

casa del floreo Bogotá Colombia
Obra de José Antonio del Castillo. Museo Histórico de Bogotá. Centro de la ciudad a mediados del siglo XVIII – CASA DEL FLORERO

El día en que José Celestino Mutis llegó a Santafe de Bogotá, con sólo 28 años, era ya dueño de una prestigiosa reputación como médico, teólogo, naturalista y botánico. Su contacto con las tierras del Nuevo Mundo lo fascinaron de por vida. Sufrió los mosquitos, el calor tórrido del clima ecuatoriano y las diarreas, pero quedó hechizado por la flora exuberante de las selvas tropicales. Su relación directa médico-paciente con el virrey, le permitió disponer de una cuantiosa financiación por parte de Carlos III para costear la mayor expedición botánica del siglo XVIII.

Dedicó 33 años de su vida a recorrer ríos y valles fluviales, montañas y humedales, selvas, altiplanos andinos y el litoral del Pacífico, elaborando la mayor recopilación científica de su tiempo, especialmente botánica, sin olvidar la zoología, la entomología, la mineralogía o las descripciones astronómicas del cielo nocturno ecuatoriano. Se entrevistó en persona con van Humboldt, que quedó preñado de su ingenio, y mantuvo una fructífera relación epistolar con otro genio de su tiempo, Carl von Linneo, el genio sueco que diría de Mutis: “estamos ante el mayor prodigio científico de nuestra era”.

Láminas dibujadas por Celestino Mutis sobre flora tropical.
Láminas dibujadas por Celestino Mutis sobre flora tropical. Real Jardín Botánico de Madrid.

Mutis fue además un imponente promotor de la cultura científica moderna en plena Ilustración, elaborando una enciclopedia del reino vegetal ilustradas con láminas de su propio puño que hoy se cuentan entre las más bellas del mundo. Elaboró mapas y manuales médicos, rectas farmacológicas basadas en plantas para combatir enfermedades, anticipó la vacuna de la viruela e identificó y caracterizó el árbol de la quina y sus propiedades febrífugas, un paso esencial para el posterior tratamiento contra la malaria. En materia física divulgó con fruición las ideas de Newton y de Galileo, circunstancia esta que lo llevó a un banquillo frente al tribunal de la Santa Inquisición:

Sepan sus señorías—se defendería el gaditano ante el Santo Oficio–, que los hombres de ciencia no hacemos más que estudiar con asombro y humildad la obra divina, para acercar su conocimiento y su grandeza a quienes miran con los ojos de la fe y el asombro—, un audaz argumento que le permitió esquivar la hoguera, aunque para ello tuviera que recuperar sus votos clericales.

Portada de la obra de Mutis Descripción botánica
Portada de la obra de Mutis Descripción botánica, cultivo y aplicaciones del Árbol de la Quina. Museo del Jardín Botánico de Madrid.

Es costumbre en nuestro país olvidarnos con preocupante rapidez de personajes históricos que contribuyeron al conocimiento científico, algo impensable en otras naciones de nuestro entorno. La predilección con la que Francia cultiva los legados de Lamarck o Cuvier, la devoción anglosajona por Newton y Darwin o el tributo permanente que rinde Alemania a genios como Humboldt o Einstein, no corresponde con el prestigio que España debería impulsar sobre nuestras mujeres y hombres ciencia. Mutis es un caso flagrante de este olvido, tal vez influido por sus simpatías con el movimiento independentista colombiano lo que, sin duda, lo alejó ideológicamente de la corona borbónica a principios del siglo XIX.

En un intento de rescatar su figura y su legado, y tratando de hacerlo popular en la sociedad española, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre le dedicaría en abril de 1992, con motivo de la Exposición Universal de Sevilla, un billete de las antiguas dos mil pesetas en las que el genio gaditano aparece observando con su lupa una pequeña orquídea, la Mutisia, catalogada así por Linneo en honor a su portentoso colega.

Billete de 2.000 pesetas dedicado a José Celestino Mutis
Billete de 2.000 pesetas dedicado a José Celestino Mutis. Real Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, 1992.

José Celestino Bruno Mutis y Bosio, el científico naturalista español más grande de nuestra historia, moría la tarde noche del 11 de septiembre de 1808. El hombre que dedicó más de 30 años de su vida a medir, escudriñar y describir la imponente naturaliza tropical reposa, con honores de estado, en la ciudad colombiana de Rosario, un país que supo rendirle el tributo que España le negó y que ahora, desde hace unas décadas, el Real Jardín Botánico de Madrid, está intentando restituir y subsanar, una actuación responsable y respetuosa con su memoria, su altura científica y el prestigio que merece el hombre que asombró a Humboltd, enamoró a  Linneo y ofreció al mundo una descripción de la naturaleza a la altura de los trabajos de Wallace o Darwin.

En este 2022, año en que se cumple el 290 aniversario de su nacimiento, desde el blog de Ideas Medioambientales nos sumamos a este homenaje para poner en valor la figura y el legado celestial del mayor científico que alumbró nuestro país.

 

Para saber más:

  • Viaje a Santa Fe. José Celestino Mutis (1760)
  • Mutis. Expedición Botánica. José Celestino Mutis y Esteban Manrique (1783)
  • Expedición Botánica de José Celestino Mutis en el Nuevo Mundo. Francisco José de Caldas (2018)
  • Vida y obra de José Celestino Mutis. Documental:

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