¿Bosques tropicales en la Península Ibérica?

Estamos en el siglo XXI después de Jesucristo. Toda la Península Ibérica está ocupada por vegetación de clima templado. ¿Toda? ¡No!. Algunos retazos de bosques con características tropicales resisten, todavía, al clima invasor…

Aunque hoy en día la península ibérica se encuentra en una latitud templada, su historia geológica es testigo de un pasado tropical. Hace millones de años, durante el período Eoceno, esta región estaba mucho más cerca del ecuador y gozaba de un clima tropical, y por tanto, de bosques tropicales.

No obstante, a pesar de su ubicación actual, la península ibérica alberga bosques que, salvando las distancias, se asemejan a los de regiones subtropicales o tropicales.

Las principales características de los bosques tropicales y subtropicales es que son ecosistemas muy diversos y complejos que se encuentran en regiones cálidas y con precipitación elevada.

En la península ibérica de forma puntual se producen microclimas que pueden presentar características análogas, al localizarse en áreas protegidas y húmedas, como cañones profundos o áreas de mayor altitud. Algunas de las especies que se encuentran en estos bosques pueden tener afinidades con plantas tropicales o subtropicales.

Un ejemplo de estos bosques podrían ser los bosques de laurel que se localizan en varios enclaves del norte peninsular. El laurel (Laurus nobilis) es una especie que generalmente aparece junto a otras especies en biotopos que le son propicios, como puede ser robles, alcornoques, encinas, tilos o fresnos, incluso puede aparecer en algunos puntos de vegetación mediterránea, generalmente asociados a vaguadas o valles protegidos, que conservan la humedad, principalmente al norte de Cataluña.

No obstante, en algunas zonas, el laurel aparece formando masas puras, con una vegetación densa y diversa, y con abundancia de lianas. Esta laurisilva es un tipo de bosque húmedo y perennifolio que está compuesto en gran medida por especies de hojas anchas. Este tipo de bosque es típico de áreas con condiciones climáticas frescas y húmedas, y suele encontrarse en zonas de altitud moderada.

Bosques tropicales
Bosque de laurel, en la Isla de Cortegada (Pontevedra). Fuente: Portal web Turismo de Galicia

Entre las especies que acompañan a estos laureles destacan el madroño (Arbutus unedo), el aligustre (Ligustrum vulgare), el rusco (Ruscus aculeatus) y algunas lianoides como zarzaparrilla (Smilax aspera), hiedra (Hedera helix) nueza negra (Tammus communis) especies que según varios autores podrían formar parte de elementos florísticos paleosubtropicales En este sentido, estas formaciones pueden constituir formaciones relictas, que han llegado hasta nuestros días en determinadas condiciones apropiadas.

Un bosque con una organización similar a las formaciones de laurel, serían los alzinares litorales, que se extienden principalmente por el norte de Cataluña y en zonas de Baleares. Se trata de un bosque en el que la especie principal es la alzina (Quercus ilex subsp ilex), y bajo los ejemplares arbóreos aparece un estrato de 2 a 5 metros de altura en el que destacan algunas especies como el durillo (Viburnum tinus), el aladierno (Rhamnus alaternus), el madroño (Arbutus unedo),…junto a alguna trepadoras como madreselvas (Lonicera sp), y de nuevo zarzaparrilla, hiedra…, Se trata de especies que presentan igualmente hojas anchas, tipo lauroides, que podrían sugerir, al igual que para el caso anterior, una adaptación a unas condiciones subtropicales, que han podido llegar hasta nuestro días en determinadas condiciones favorables.

Bosque
Madroño y Durillo

Hacia el sur peninsular, encontramos también algunos curiosos reductos de este tipo de vegetación. Uno de estos reductos más interesantes, corresponderían con las loreras. Las loreras se denominan las formaciones de la especie loro, que es una de las denominaciones comunes de la especie Prunus lusitanica. Este nombre hace referencia a su semejanza con el laurel.

Esta especie está considerada como una reliquia de los bosques de laurisilva que tuvieron gran importancia en la península ibérica durante el terciario, que ha sobrevivido como otras especies a las glaciaciones del cuaternario, en algunos cañones protegidos.

Bosques Tropicales
Loro (Prunus Lusitanica). Fuente: Wikipedia

Su ambiente preferido corresponde con pequeños refugios con microclimas húmedos y templados, con inviernos suaves y nieblas frecuentes también en verano. La distribución de las loreras corresponde principalmente con el oeste peninsular, asociadas a un clima suave y atlántico, aunque también aparece en algunas zonas más al este (La Rioja, Navarra, Cataluña).

Las formaciones más extensas y mejor desarrolladas de esta especie se localizan en algunas sierras de Extremadura y Castilla La Mancha, principalmente en las sierras de Guadalupe, las Villuercas y los Montes de Toledo. La estructura de estas formaciones sería la de un bosque denso, en el que se localizan varios pequeños arboles de hojas anchas y alargadas, como el propio Prunus lusitanica, junto con especies ya comentadas en otras formaciones como madroño (Arbutus unedo), durillo (Viburnus tinus), acebo (Ilex aquifolium), brezos (Erica sp.), junto con enredaderas como la vid (Vitis sylvestris), la hiedra (Hedera helix), la nueza negra (Tammus communis) y también varios helechos.

Si comparamos con las especies que se localizan en la laurisilva canaria (Viburnum rigidum, Arbutus canariensis, Ilex canariensis, Erica sp. Hedera canariensis) podemos observar la similitud de ambas formaciones.

Finalmente, más hacia el sur aun localizamos unas formaciones que responden a la misma estructura. Se trata de los denominados “canutos”, que se localizan en las sierras litorales de Cádiz y Málaga. En estos canutos se ha mantenido unas condiciones húmedas y fresca, y resguardadas de las glaciaciones del Cuaternario, que ha permitido que se conserven algunas de las especies de épocas precedentes. Algunas de las especies de helechos y musgos que se localizan en estos canutos son los mismos que se localizan en Canarias o en el ecuador

Entre las especies que forman estos canutos, en el estrato arbóreo localizamos tanto Quejigo andaluz (Quercus canariensis) como laurel (Laurus nobilis). En el estrato arbustivo se localizan también especies de hoja ancha como el durillo (Viburnus tinus), arraclán (Frangula alnus), acebo (Ilex aquifolium), olivilla (Phyllerea latifolia), torvisco macho (Daphne laureola), y destaca especialmente la presencia del hojaranzo (Rhododendro ponticum).

Finalmente, localizamos también un elevado número de lianas como la hiedra (Hedera helix), la zarzaparrilla (Smilax aspera), la rubia (Rubia peregrina), la nueza negra (Tammus comunnis) y la madreselva (Lonicera sp), así como un elevado número de helechos y musgos, creando un bosque denso de aspecto claramente subtropical.

TropicalPortada
Vegetación de los denominado canutos (Arroyo de la Miel). Fuente: Portal web patronato provincial de Turismo de Cádiz

Por tanto, como se comentaba al inicio, aunque la vegetación subtropical que existió en la península ibérica, ha sido sustituida mayormente por una vegetación de tipo templado, en determinados reductos han sobrevivido algunas formaciones, con ejemplares de hojas anchas y largas tipo lauriodes, tanto de tipo arbóreo (laurel, alzina, loro) como arbustos (madroño, durillo…) y en el que destacan un elevado número de lianas y enredaderas (hiedra, zarzaparrilla, nueza…) así como helechos y musgos. Todas estas características determinan unas formaciones con una clara analogía con la vegetación subtropical, y que en cualquier caso, suponen una singularidad en la vegetación de la península, que vale la pena conocer y proteger.

Alejandro Redondo, Evaluación Ambiental

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