Con este nombre tan curioso se conoce a la procesionaria del pino, la plaga más importante de los pinares mediterráneos que ya campa a sus anchas por nuestros montes y parques. Recordemos que debemos tener cuidado y no acerarnos a ellas, ni nosotros ni nuestras mascotas, ya que, las orugas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire y pueden provocar irritación gracias a la capacidad urticante de una toxina termolábil que portan y que se llama thaumatopina.
Si tenéis en vuestros jardines o fincas, no dudéis en contactar con técnicos como nosotros para que os asesoren en su eliminación.