Otro hallazgo en la prospección arqueológica de una planta solar fotovoltaica

 

Gracias a empresas como Circle Energy que apuestan por hacer las cosas como es debido, tenemos la suerte de rescatar y poner en valor hallazgos como este. No todo es papel detrás de nuestra actividad, ni intereses particulares.

El Hallazgo.

Durante algunos de los trabajos de prospección arqueológica que hemos tenido oportunidad de realizar durante este pasado año 2018, hemos podido identificar distintos elementos de interés patrimonial de diferente orden. Elementos arqueológicos como etnológicos o histórico artísticos, que no habían sido catalogados hasta la fecha…

En el transcurso de uno de estos trabajos motivado por la instalación de una planta solar fotovoltaica en el término municipal de Pepino (Toledo), encontramos un hito realizado en cemento, probablemente a molde, de forma rectangular, de medidas aproximadas 1,70 cm de alto, 0.80 cm de ancho y 0.30 cm de grosor, en el que se encastran una serie de azulejos típicos de la cerámica de Talavera en color blanco con una inscripción y un dibujo en azul cobalto.

Vista lateral y trasera del monolito.
Vista lateral y trasera del monolito.

Todo el hito aparece moldurado con motivos geométricos distribuidos a modo de pilares en los flancos del elemento y en una metopa que lo corona.

Las inscripciones.

La inscripción, realizada sobre 12 azulejos y en dos líneas una sobre otra, reza “SECTOR II” y debajo “ACEQUIA B” y la firma en la esquina inferior derecha del taller de fabricación “Ruiz de Luna TALAVERA”.

Hace referencia esta firma a un afamado taller de cerámica fundado por Juan Ruiz de Luna (1863-1945) y continuado después por dos de sus hijos, y que llegó a crear el Museo de Cerámica Ruiz de Luna, ubicado en Talavera de la Reina como depósito y exposición de su colección particular hasta que, tras su muerte, fue cedido al Ayuntamiento de dicha localidad.

Detalle de la firma del ceramista.

Más abajo y separado por una moldura transversal encontramos otro azulejo, con un dibujo del escudo de los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, que, de acuerdo con los estatutos de su cuerpo “está constituido por un puente sobre un canal, con un ancla cruzada con cadena, y todo ello contorneado por dos ramas, una de palma y otra de roble, atadas en la parte inferior y abiertas en la superior”.

Detalle del escudo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.

El marco histórico.

Cronológicamente debemos enmarcar este elemento en el momento de construcción de la serie de canales y acequias que se distribuyen por toda la zona y que deben corresponder al momento de construcción de la Presa y el Canal Bajo del Alberche, entre 1935 y 1950, y más concretamente a su fecha de finalización hacia 1949.

Plano de los perfiles de las diferentes secciones del Canal.

Con respecto a estas obras (Pérez Conde, J. 2013), su fin era poner en regadío una superficie de algo más de 10.000 hectáreas de secano en la zona de Talavera de la Reina y Calera que posibilitaran la explotación de nuevos cultivos, y la obtención de una productividad agrícola mucho más intensiva que aportase riqueza a la comarca talaverana. Cuando se crean las confederaciones hidrográficas en 1926 (durante la dictadura del general Primo de Rivera) con el fin de lograr un mayor y más regulado aprovechamiento de las cuencas de los ríos, ya se decide la construcción de una presa en el río Alberche de la que arranque un canal que irrigue el sector de vega Talavera y Calera.

Vista de una de las acequias que recorren la zona en una fotografía de la prensa de 1960.

Pero no será hasta el advenimiento de la II República cuando se haga un estudio sobre el terreno (agosto de 1932). El 7 de abril de 1934 el proyecto del primer trozo del canal (la mitad de su longitud que sería de 31 kilómetros) fue aprobado por orden del Ministerio de Obras Públicas, aunque el comienzo de la guerra civil significó la paralización de las obras del canal.

Acabada la guerra con la derrota de la República, Franco retomó el plan y decidió la continuación de las obras del canal y su presa en el río Alberche. Fueron la 3ª Agrupación del Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas y el Destacamento Penal Presa del Alberche, formadas por presos de guerra republicanos, los encargados de la realización de tales obras que duraron toda una década, desde 1940 hasta 1950, fecha en la que se entregó la obra (Franco inauguró la presa y el canal el día 14 de octubre de 1950, mediante una visita que conmemoraba una placa de bronce hoy retirada).

Imagen del trabajo a “pico y pala” de los presos en el canal.

BIBLIOGRAFÍA

Pérez Conde, J. (2013): “La construcción de la presa y el canal bajo del Alberche 1939-1950: La utilización de los prisioneros republicanos como mano de obra forzada en su construcción.” Espacio, tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea, t. 25, 2013 págs. 341-372

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