Las compensatorias del copia-pega: trampas ecológicas

A finales del 2023 asistimos al segundo encuentro del Grupo de Investigación de Aves Esteparias (GIAE) que se celebró en la Universidad Autónoma de Madrid. En el programa de charlas, una sobre cajas-nido. Otro estudio de cajas-nido. En general, la investigación en ecología animal es observacional, y la caja-nido es una oportunidad para el estudio experimental.  Por eso, tantos estudios con cajas-nido. En principio, una presentación sin interés. Pero no. Alejandro Corregidor, investigador en la universidad de Padua, expuso un trabajo de investigación, publicado en Global Change Biology, muy sugerente y con un significado que alarma (y con razón): los nidales artificiales son hornos para el cernícalo primilla. Los pollos se cuecen dentro. Y en todos; de madera, cemento, o cualquier otro material. Le pregunté a Alejandro por qué entonces los nidales artificiales han facilitado el establecimiento de muchas colonias de cernícalo primilla. Y me respondió que sí, que antes sí, pero ya no. ¿Y por qué? Por el cambio climático; aquel futuro que nos ha llegado antes de tiempo. La alta temperatura afecta al éxito reproductor de los primilla en las fases de nido: eclosión del huevo y desarrollo del pollo. Y no es debido a la temperatura media sino los eventos de calor extremo, las olas de calor.

Los modelos predictivos indican que no solo incrementará la temperatura media sino también la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor. Los animales se adaptan (con límites, obvio) para amortiguar el efecto fisiológico del calor extremo: por ejemplo, la migración estacional al norte o en altura o el uso de elementos de paisaje para regular la temperatura corporal. Pero los pollos no, permanecen en el nido. Y ahora la estancia en el nido es un periodo crítico: el efecto de las olas de calor es letal o casi letal desde la eclosión del huevo y durante el desarrollo de los pollos. Por ejemplo, cuando la temperatura en el nido supera los 44 más del 50 % de los huevos no eclosionan. Un aviso, otro más: el cambio climático, las olas de calor, amenaza incluso a especies adaptadas a las altas temperaturas.

Compensatorias cajas-nido
Figura 1. Temperatura máxima diaria (línea y puntos negros) y temperatura máxima media en los nidos (línea roja, al sol, como control; y azul, a la sombra, como tratamiento) en 2021 (a) y 2022 (b). El naranja representa los eventos de calor extremo; cuando la temperatura del aire supera el umbral de 37 °C (línea roja discontinua horizontal) durante dos días consecutivos. Las barras indican el número de pollos muertos al día en los nidos al sol (rojo) y a la sombra (azul). La línea negra gruesa vertical es la fecha de eclosión media; las finas corresponden a los percentiles 25 y 75. Corregidor et al. (2023)

La instalación de nidales artificiales es una medida que se incluye, casi por defecto, en los estudios de impacto ambiental para compensar el impacto de los proyectos de energía renovable. Fácil y barato, de relleno. Pero ¿y si los nidales artificiales ahora, en un escenario de cambio climático, funcionaran como trampa ecológica? Más que compensar, facilitaría el impacto. Trampa ecológica es un concepto fundamental en biología de la conservación y restauración ecológica. Es el resultado de seleccionar un hábitat de baja calidad, que afecta a la supervivencia y el éxito reproductor. Una trampa ecológica es un hábitat de alta calidad solo en apariencia (por eso se selecciona) porque el efecto es negativo (suele derivar en la extinción de una población local). Elegir lo malo porque parece bueno: por ejemplo, un nidal artificial que luego se calentará tanto hasta fracasar la puesta. La trampa ecológica es común en paisajes cambiantes, inestables. El cambio global, por tanto, prepara trampas ecológicas. Vamos a lo local, la evidencia científica nos mueve a replantear los nidales artificiales para aves: a adecuar el diseño y la instalación para atenuar el efecto del cambio climático, en especial las olas de calor.

Compensatorias cajas-nido
Figura 2. Relación entre calidad y selección para definir un hábitat como fuente, sumidero o trampa. Los hábitats de alta calidad (la población crece: λ > 1) seleccionados o evitados son fuentes; un sumidero es el rechazo de un hábitat de baja calidad; y una trampa es la selección de un hábitat de baja calidad.

En Ideas Medioambientales, diseñamos medidas específicas y dirigidas a compensar el impacto residual de los proyectos de energía renovable, plantas solares fotovoltaicas y parques eólicos. Usamos la navaja, no de Albacete, sino la de Ockham para concentrar la compensación en lo crítico y eliminar un relleno generalista con efecto nulo (p. ej., majanos sin población de conejo) e incluso negativo (p. ej., refugios para murciélagos en un área de alta densidad de aerogeneradores). Y siempre evaluamos la correspondencia entre calidad y selección de hábitat para no preparar una trampa ecológica.

Referencias

Battin J. 2004. When good animals love bad habitats: ecological traps and the conservation of animal populations. Conservation Biology 18: 1482-1491.

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Corregidor‐Castro A, Morinay J, McKinlay SE., Ramellini S, Assandri G, Bazzi G, Glavaschi A, De Capua EL, Grapputo A, Romanò A, Morganti M, Cecere JG, Pilastro A, & Rubolini D. 2023. Experimental nest cooling reveals dramatic effects of heatwaves on reproduction in a Mediterranean bird of prey. Global Change Biology 29: 5552-5567

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Fotografía de portada realizada por Xurxo Piñeiro

Iván Salgado, Biodiversidad

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