La Industrialización de la Agricultura

La AGRICULTURA es uno de los sectores de los que depende la supervivencia de la humanidad, ya que da soporte a necesidades vitales y a buena parte de las actividades de los seres humanos.

De hecho, es esta misma dependencia, una de las principales razones de que la agricultura sea uno de los sectores de la actividad humana que mayor contribución presenta al impacto ambiental del hombre sobre el planeta, siendo el segundo impacto por relevancia, sólo por detrás de la huella de carbono.

Tal es la importancia del impacto ambiental de la agricultura en nuestros tiempos que, las propia FAO o las Naciones Unidas han destacado, en reiteradas ocasiones, la necesidad urgente de acudir a técnicas y tecnologías que nos lleven a una agricultura realmente sostenible.

Y es que la agricultura, tal y como la conocermos, poco ha evolucionado desde que se inventó, hace unos 10.000 años, consistiendo básicamente en el cultivo de ciertas especies vegetales a la intemperie, ocupando grandes extensiones de terreno, y dependiendo de las condiciones meteorológicas y del suministro de agua, nutrientes y, en la era moderna, también químicos, para la subsistencia de los cultivos.

Sin embargo, la agricultura realmente no es más que un proceso productivo en el que la materia prima es un ser vivo que debe crecer y desarrollarse en un tiempo determinado y bajo unas condiciones de desarrollo concretas, precisando para ello del aporte de nutrientes.

Dicho proceso puede llevarse a cabo en el exterior, usando para ello directamente de los recursos naturales disponibles, y aceptando por tanto la variabilidad y los condicionantes que puedan surgir, o en condiciones confinadas, dotando al cultivo de todo lo que precise en cada momento a partir de las últimas tecnologías.

Vigilando el crecimiento en la planta indoor de Singapur. – Photo by Panasonic.

Hacia la industrializacion de la agricultura.

El Cultivo Indoor basa su funcionamiento en adaptar el entorno de crecimiento y la dosificación de nutrientes en función de la fase de crecimiento de la especie, controlando todos los aspectos del mismo y aislándolo de los condicionantes exteriores, de forma que cada una de las fases quede debidamente optimizada.

Atendiendo a este principio de funcionamiento, las características básicas de un cultivo indoor serán el aislamiento del cultivo, el control y tratamiento de todas las entradas realizadas, el control de todas las condiciones ambientales de desarrollo de la planta (luz, temperatura, humedad, contenido en CO2, etc), la sustitución del concepto suelo por el de soporte, pasando a una agricultura en vertical, y el control y aprovechamiento de todas las salidas.

Bajo este concepto, y en este último año y medio, las grandes multinacionales de la electrónica han visto una potencial línea de negocio en la aplicación de sus tecnologías de control, sensorización e iluminación a la agricultura indoor, abriendo distintas “factorías de vegetales”:

  • Sharp comenzó en septiembre de 2013 la fabricación de fresas japonesas en entorno de laboratorio en Dubai, como prueba piloto, con vistas a alcanzar una producción de 3000 fresas al mes.
  • Fujitsu está utilizando desde 2013 una sala limpia en la zona de Fukushima para fabricar 3500 lechugas al día bajas en potasio.
  • Panasonic anunció en julio de 2013 el inicio de la comercialización de verduras de su fábrica en Singapur, con una capacidad de producción de 3,7 toneladas al año de hasta 10 variedades distintas de verduras.
  • Toshiba comenzó la producción en una primera planta en octubre de 2014, y ya está produciendo actualmente 8400 lechugas al día.
  • General Electric, junto con el Grupo Mirai, comenzaron su producción el año pasado en la que por el momento es la mayor factoría de vegetales existente hasta el momento, en Miyagi, con una capacidad de producción de 10.000 lechugas frescas al día.

Resulta evidente que la revolución en la agricultura ha llegado de la mano de la agricultura indoor, y aunque los costes aún son ciertamente elevados, los beneficios obtenidos y las ventajas que aporta la agricultura indoor son muy superiores. Así, gracias a la agricultura indoor, se pueden conseguir crecimientos hasta 2,5 veces más rápidos, cultivos próximos a la zona de consumo, un suministro estable a lo largo de todo el año, y una reducción en los consumos de agua, fertilizantes y fitosanitarios más que relevante.

 

Si quieres saber más de este tema:

FÁBRICAS DE VERDURAS: La industrialización de la agricultura.

 

One Comment

    • DAGOBERTO HENRY

    Necesito comunicarme con el amigo, Luis Antonio Martínez

    26 enero, 2015

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