Dunas de Guardamar y La Mata

Las vacaciones estivales nos sirven para conocer diversas áreas de gran interés natural de toda nuestra geografia. En esta ocasión hemos conocido Guardamar y La Mata, en Torrevieja, dónde hemos podido encontrar dunas formadas a partir de las arenas aportadas por el mar, formando un cordón dunar que cubre todo el frente litoral de estos municipios, de norte a sur.

Lo que nos llama la atención, como forestales que somos, es que este conjunto, antes móvil y amenazante por la acción del viento se fijó a través de una gran obra de repoblación forestal, iniciada el año 1900 y que dio lugar al actual bosque litoral. En la plantación se emplearon diversas especies vegetales como el pino el carrasco o piñonero, cipreses y eucaliptos entre otras especies, enmarcado en un proyecto puesto en marcha a finales del siglo XIX, así cuando el 2 de diciembre de 1897 se aprobaba por Real Orden el Proyecto de Defensa y Repoblación de las Dunas de Guardamar, se ponía la primera piedra en un proceso innovador para la época y con unos excelentes resultados para la población de Guardamar, que vio desaparecer el riesgo que para su integridad representaba el avance del sistema dunar.

La intensa deforestación que desde el siglo XVIII hasta principios del XIX tuvo lugar en la cuenca del Segura unida a los procesos erosivos del río sobre la cuenca desprotegida provocaron un aumento considerable de los sedimentos que eran posteriormente redistribuidos a lo largo de la costa por la acción del mar. La fuerza del viento ponía la guinda en este amargo pastel, movilizando dichos sedimentos hacia el interior e influyendo así en la configuración del sistema dunar preexistente. La conjunción de estos factores se traducía en una clara amenaza para el pueblo de Guardamar que observaba cómo las dunas avanzaban a un ritmo de entre 2 y 8 metros por año. Para fijar estas dunas, se procedió a una repoblación forestal  dirigida por el ingeniero de montes Francisco Mira y Botella con la que se consiguió frenar el avance de las dunas y evitar el enterramiento del pueblo.



		
El ingeniero de montes Francisco Mira y Botella

La repoblación, que se inició en el año 1900 y finalizó en la década de los 30, ha dado lugar a la actual masa forestal consolidada junto al mar, conocida como “la pinada”. En ella se conserva un vivero y diversas edificaciones forestales de la época.

Los más de 600.000 árboles que a lo largo de cuatro décadas fueron plantados no sólo lograron el objetivo deseado sino que crearon un entorno paisajístico de extraordinario atractivo ecológico, turístico y cultural.

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