Lo que todos deberíamos saber sobre el plan de autoprotección de incendios forestales (PAIF)

 

El Plan de Autoprotección de Incendios Forestales obligatorio o no, necesario.

El Plan de Autoprotección de Incendios Forestales (PAIF) tiene carácter obligatorio en algunas comunidades autónomas españolas, no obstante no siendo de carácter obligatorio en otras, si es altamente recomendable su elaboración para urbanizaciones, campings, instalaciones o actividades ubicadas en terrenos forestales y/o zona de influencia forestal dentro de municipios en zona de peligro.

No disponer de un Plan de Autoprotección de Incendios Forestales puede ser causa de sanción en aquellas comunidades, como por ejemplo Andalucía, donde es obligatorio su redacción, pero también puede repercutir negativamente sobre el propietario de las zonas quemadas ya que, los gastos de extinción pueden ser imputados al propietario por parte de las compañías aseguradoras.

 

Es muy recomendable que los PAIF sean redactados por un técnico especializado dada la complejidad de algunas urbanizaciones así como del comportamiento del fuego. El Plan de Autoprotección de Incendios Forestales (PAIF) desarrolla aspectos como la situación y delimitación de la zona a proteger, información de la vegetación existente, edificaciones, red viaria, accesos y otros elementos que puedan incidir sobre el riesgo de incendios y la aplicación de medidas de prevención, detección y extinción. Así mismo también se desarrollan las medidas de vigilancia y detección a implementar, así como la organización de los medios materiales y humanos disponibles.

Mención importante son las medidas de protección, intervención de ayuda exterior y evacuación de los habitantes afectados y una potente cartografía que represente todo lo descrito en la memoria.

Si las instalaciones y edificaciones se sitúan en terrenos forestales y zonas de influencia forestal, el PAIF incorporará otras medidas de prevención como son la existencia de una faja exterior de protección de 15 metros de anchura mínima, libre de residuos, de matorral, y de vegetación herbácea, pudiéndose mantener la masa arbolada y arbustiva aclarada, limpieza de vegetación seca en los viales de titularidad privada, tanto los internos como los de acceso, así como las cunetas, en una anchura de 1 metro y disposición de hidrantes ajustados a las prescripciones técnicas legales.

Protección de viviendas aisladas.

Incluimos aquí algunas de las medidas que se deben tener en cuenta de forma general para proteger distintos tipos de edificaciones, como por ejemplo las viviendas aisladas en áreas forestales, que son siempre más vulnerables. Se recomienda siempre promover acciones preventivas comunes entre propietarios próximos (por ejemplo, creando y manteniendo áreas cortafuegos que rodeen grupos de viviendas), disponer de áreas de seguridad alrededor de la vivienda con menor densidad de vegetación y especialmente sin pasto fino, maleza y materiales inflamables.

Protección de urbanizaciones.

Para proteger las urbanizaciones, también existen medidas generales como tener acceso inmediato a los teléfonos de emergencia, dar a conocer y señalizar las vías de escape, así como los puntos donde dirigirse en caso de incendio y el tiempo necesario para su alcance e informar a los vecinos y visitantes.

Deben también identificarse las actividades y lugares que pueden ser origen de un conato, y estas deben ser eliminadas o aisladas de la vegetación circundante. Es también recomendable realizar una faja de protección sin vegetación alrededor de la urbanización de al menos 15 metros de anchura.

Deben mantenerse libres de vegetación seca los viales de titularidad privada, tanto los internos como los de acceso, así como las cunetas, en una anchura de 1 metro, mantener la urbanización limpia de pasto seco y otros materiales inflamables, también evitar acumulación de restos vegetales en parcelas sin construir, en los bordes de la urbanización y en zonas en contacto con instalaciones y tendidos eléctricos.