Censos de conejo

Sabemos que el conejo de monte es pieza básica en los ecosistemas mediterráneos ibéricos además de ser una pieza de caza menor muy apreciada, ya que se trata de una especie-llave, pues su presencia permite que otras especies de caza menor puedan habitar los mismos espacios. Igualmente, la alimentación de muchas especies amenazadas se basa en el conejo, en la liebre y en la perdiz y por tanto, es primordial en numerosos proyectos de conservación conocer la estructura de las poblaciones de lagomorfos (conejo: Oryctolagus cuniculus y liebre: Lepus granatenses) y perdiz roja (Alectoris rufa) en un área determinada. Para abordar estos proyectos, se realiza un análisis de las densidades relativas (censos de conejo), que nos proporciona información sobre la variación interzonal de sus efectivos y sobre la forma en que se distribuyen en el espacio.

Las técnicas de muestreo aplicadas permiten abarcar grandes superficies sin costos demasiado elevados y facilitan la comparación con otros datos obtenidos a través del mismo procedimiento. El modus operandi para abordar un muestreo o censo de estas especies, es la realización de un transecto lineal con una anchura determinada, en función de la visibilidad del observador, procediendo a anotar el número de individuos de cada especie observada a lo largo del recorrido. Al mismo tiempo con la ayuda de un distanciómetro láser (como el que podéis ver en la fotografía anterior) se anota la distancia desde la perpendicular de la línea de avance del censador a la observación; o, en caso de no estar en la perpendicular, la distancia a la observación y el ángulo que forma la línea imaginaria desde el contacto a la posición del censador.

Los recorridos, como los realizados a lo largo de las frías mañanas de esta semana en Ciudad Real, se realizan a primera hora de la mañana, en días sin viento fuerte ni precipitaciones y a una velocidad de entre 1-3 km/h.

Para el cálculo de las densidades (nº individuos por superficie), los resultados se incorporaron a la fórmula que relaciona el número total de individuos detectados con la distancia perpendicular de cada individuo al transecto y la longitud del transecto en metros, basado en la medición de las distancias exactas, asumiendo que la detectabilidad sigue una distribución half-normal.

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