Aunque usted pueda pagarlo…

Aunque usted pueda pagarlo, España no puede. Algunos lectores recordarán este lema de una campaña de fomento del ahorro de combustible, en plena crisis del petróleo en la década de los setenta del siglo pasado.

Casi 50 años y unas cuantas crisis después, ¿estamos cerca del punto de no retorno? Hay quien afirma que sí, también hay quien se muestra indiferente ante unos hechos y unas evidencias constatables y probadas por la comunidad científica, hay quien las niega en redondo, y también quienes intentan sacar tajada de la situación, especulando con las alternativas.  Crisis del modelo económico y social, crisis climática, crisis alimentaria, crisis, crisis, crisis… Un panorama complejo en el que los conflictos bélicos del primer mundo tensionan aún más y desatan una crisis del modelo energético en Europa, pero que está teniendo impacto global.

¿Es la solución mágica la sustitución de las fuentes de energía sucias por las renovables?

Hoy por hoy, no. Un vistazo a nuestro alrededor y ¿qué nos encontramos? Los servicios públicos (la señalización, la iluminación, la climatización, las tecnologías…) El transporte, la maquinaria de obras públicas, la maquinaria agrícola. Industrias de las que consumimos sus productos (más o menos transformados), y de las que desconocemos sus procesos de producción y cuanta energía precisan y de qué tipo y fuente la necesitan. Y  nosotros  ¿cuanta energía consumimos en nuestro día a día a domicilio, en nuestros desplazamientos, con nuestra actividad cotidiana en el hogar?. De forma argumentada, a veces vehemente, hay quien considera que rozando el alarmismo, hay expertos y colectivos clamando por ir más allá de un ‘quita esas mangueras para poner esos cables’, reclamando un cambio radical del modelo y una concienciación sobre cuales deberán ser en el futuro los objetivos de los sistemas económicos y las expectativas y los compromisos de las sociedades. Toca, de nuevo, apretarse el cinturón en materia energética. Todo apunta a que no es factible ni viable sostener el actual modelo con las tecnologías y disponibilidad de generación, almacenaje y transporte de energías. ¿Y el autoconsumo o la autogeneración? No podemos confiar en su aporte a la colectividad. Ya hay estudios recientes en la materia que deberían sonrojarnos: aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. Así lo formuló William Stanley Jevons en 1865 en su obra ‘La cuestión del carbón’, dando lugar a la que hoy conocemos como ‘Paradoja de Jewons’, que, aplicada al ámbito de la energía en la actualidad la está implicando que la introducción de tecnologías con mayor eficiencia energética están aumentando el consumo total de energía.

y, ¿cuál es el papel de una consultora como Ideas Medioambientales en todo esto?

Resumido: procurar que el remedio no sea peor que la enfermedad ¿cómo? Acompañando a promotores de proyectos, ingenierías y a la industria en general a adecuar sus proyectos empresariales a la diversa  normativa medioambiental para minimizar su impacto sobre los ecosistemas y entornos. Conociendo el lugar: identificando e inventariando la fauna y flora y de las especies y zonas de especial sensibilidad y necesitadas de especial protección, afecciones sobre suelos, riesgos de inundabilidad, estudios arqueológicos (¡el pasado tiene valor¡) y una larga lista de servicios que se transforman en comprobaciones previas en aras de minimizar los efectos negativos y asegurar que estos se revierten mediante medidas compensatorias cuya adopción es verificada y supervisada por nuestros técnicos en las diferentes fases del proyecto: desde el diseño, la construcción y la explotación durante su vida útil a través de actividades periódicas de vigilancia y control.

 

Leave your comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *