En la crisis derivada de la pandemia del coronavirus se han podido destacar muchas de las virtudes del teletrabajo. Gracias a él, muchas empresas como la nuestra, han podido continuar su actividad con relativa normalidad sin dejar de lado la necesaria conciliación familiar. Además, y al igual que describimos en el post ¿Podemos sacar algo en positivo del coronavirus? también existen beneficios medioambientales debidos, fundamentalmente, a los desplazamientos al centro de trabajo evitados.
Es evidente que no todas las personas pueden teletrabajar (sirvan como ejemplo el personal sanitario y de supermercados a los que aplaudimos desde aquí), pero los avances tecnológicos y los cambios en el mercado laboral permiten que mucha gente lo haga. En muchos casos sólo necesitan un ordenador y una conexión a internet. Y puestos a elegir ¿Dónde ubicaremos nuestro lugar de trabajo?
Una atractiva candidatura está representada por el mundo rural, la denominada “España vaciada”. Desde un entorno natural y a precios muy económicos podemos organizar nuestro puesto de trabajo ya sea como asalariado o, por qué no, como ecoemprendedor. Y es que nuestros pueblos ofrecen oportunidades por ejemplo relacionadas con las energías renovables o la gestión del agua y que pueden ser financiadas a través de unos fondos europeos que no parecen agotarse.
En este vídeo podéis ver un ejemplo en Castilla y León y en Castilla-La Mancha, la Red Castellano-Manchega de Desarrollo Rural (Recamder) dota de recursos a emprendedores y emprendedoras que quieran impulsar proyectos de desarrollo rural.
Dejar atrás atascos y contaminación y disfrutar de las bondades de vivir en el campo a la vez que combates la despoblación rural y el cambio climático suena muy bien ¿cierto? Y si eres empresa y te planteas ofrecer la posibilidad a tu personal aquí van más ventajas:
- El teletrabajo se asocia con una mayor productividad que a veces se cifra en torno al 15%.
- Se fideliza el talento y por lo tanto se evitan las excesivas rotaciones.
- Se disminuyen los costes asociados al puesto de trabajo.
Obviamente no todo es de color de rosa pero en un país donde todavía está tan arraigado el presencialismo y en las circunstancias en las que estamos hemos querido destacar en esta publicación las bondades del teletrabajo. Dejamos las dificultades para otra ocasión. ?