STAR WARS y medio ambiente

 

El universo Star Wars no respeta el medio ambiente, así lo creemos y os lo contamos aprovechando el inminente estreno de la séptima entrega de Star Wars: El Despertar de la Fuerza, la excusa perfecta para que los frikis de Ideas Medioambientales os mostremos a través de este post algunas verdades (en tono de humor) sobre una de nuestras pasiones; Star Wars y su relación con otra de nuestras pasiones, el Medio Ambiente.

Disfrutando de las dos trilogías de la saga, como buenos consultores ambientales nos hemos hecho muchas preguntas para las cuales hemos encontrado respuesta a través del análisis de la Star Wars Wiki, publicaciones y hasta tesis doctorales a falta de que el maestro George Lucas nos cogiera el teléfono para disipar algunas de estas dudas sobre Star Wars y el Medio Ambiente. Por eso queremos exponeros algunas de las razones por las que pensamos que la saga Star Wars y su universo, no respetan el medio ambiente como deberían, aquí tenéis las principales razones de ello.

El consumo energético de la espada láser la hace poco sostenible.

Sabemos que la espada o sable láser es una hoja de energía de plasma (la cuarta forma de la materia, creada ionizando gases a altas temperaturas) puro suspendida en un campo de fuerza contenedor, pero desconocíamos por completo su consumo hasta que científicos del California Institute of Technology calcularon este consumo (entre otros) tomando como referencia fuentes de energía
actuales (baterías de coche, pilas AAA, reactores nucleares o combustibles) Tomando como referencia una escena de las películas donde se perfora una puerta de acero con un sable láser, se calcula que para derretir 0,87 metros cúbicos se necesitan 1,69 Gigaoules, o lo que es lo mismo la capacidad de 120 mil pilas AA, 650 baterías de auto o más simple: un reactor nuclear, puedes ver el artículo completo en ¿Cuánta energía se requiere para activar el sable láser o la Estrella de la Muerte?. Concluimos por tanto, que su uso no es sostenible en estos días para nuestro planeta.

La construcción de la Estrella de la Muerte no fue sometida a un procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).

La Estrella de la Muerte, bella y temida a la vez, era una estación espacial militar, del tamaño de una luna, usada por el Imperio Galáctico y que además poseía un superláser capaz de destruir un planeta entero. Revisados los proyectos técnicos de la Estrella de la Muerte, creados por Industrias Geonosianas, no encontramos rastro del correspondiente Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) asociado a los mismos de la denominada Arma definitiva, por lo que intuimos que es un delito contra el medio ambiente, dada la magnitud y tipología del proyecto.

La gestión de los residuos en el Impero Galáctico deja mucho que desear.

En lo que a gestión de residuos se refiere, lo poco que hemos podido averiguar se refiere también a la Estrella de la Muerte que aunque era una maravilla tecnológica, en cuanto a deshacerse de la basura era algo arcaica, ya que, cada nivel de la nave tenía un cubículo donde se tiraba todo sin separación previa, se compactaba para reducir su volumen, y probablemente eran consumidas en parte por las dianoga; criaturas no sabemos bien de qué orden faunístico dotadas de siete tentáculos que utilizan para arrastrar la presa a su boca. Suponemos que el resto de residuos no apetecibles para las dianoga serían lanzados al espacio en una zona galáctica poco concurrida, en definitiva, gestión de residuos nefasta, sin ningún tipo de recuperación o reciclaje.

Además de lo anterior, la gestión de residuos en Tatooine hace aguas se mire por donde se mire, empezando por el taller del comerciante de chatarra toydariano Watto a la vista del sistema de almacenamiento y focos de emisiones incontroladas.. .. y terminando por la logística y recogida a la vista del discreto vehículo de los mercaderes Jawas.

Flagrantes ilegalidades, ausencia total de autorizaciones.

El joven Anakin Skywalker trabajó de forma ilegal en lo que a gestión de residuos se refiere, dado que no se han encontrado registros oficiales de la autorización de Anakin Skywalker como gestor de RAEEs (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) y mucho menos se encuentra su autorización para el tratamiento de estos residuos y la reconstrucción y puesta en el mercado del droide C-3PO. Estas mismas prácticas ilegales se hacen extensivas a la construcción de vainas de competición que, a tenor por las emisiones que tenían, no disponían del oportuno permiso de circulación ni de las correspondientes inspecciones técnicas superadas.

Ineficiencia en la captación y uso eficiente del agua.

Otra de las razones por las que Star Wars no respeta el medio ambiente radica en la gestión del agua, como recordaréis el tío de Luke Skywalker, Owen Lars afamado granjero de humedad, nunca logró que funcionasen debidamente sus evaporadores de agua en Tatooine a la vista de las inexistentes cosechas en medio del desierto, tecnología hoy de sobra más que tecnificada y optimizada por terrícolas del siglo XXI como israelitas y murcianos entre otros.

Eso si, buena integración paisajística

Como nota positiva, hay que reconocer a ambos bandos, cierta maestría en la integración paisajística, véanse dos claros ejemplos en la base rebelde en el mundo helado de Hoth o sendos campamentos base en Endor, que de una caberna o una selva aparecen de cientos y cientos de soldados, naves y otros vehículos terrestres o aéreos sin que ello suponga mayor impacto visual (hasta el comienzo de la batalla)

Ambos lados, deberían contratar a un consultor ambiental

Estos errores son debidos a que ni los usuarios del lado oscuro Orden Sith, ni los de la Fuerza antagonista, la Orden Jedi, cuentan en sus filas con un consultor de medio ambiente, fundamental para evitar incidencias de este tipo y sobre todo para restablecer un orden medioambiental en la galaxia, esperemos que el inminente Episodio VII – El Despertar de la Fuerza muestre atisbos de mejora.

Todas las imágenes empleadas en este post son propiedad de Lucasfilm Limited.