Una de las mayores amenazas para la biodiversidad son las especies exóticas o invasoras. El proceso de globalización está favoreciendo la dispersión de propágulos y favorece la expansión de las especies exóticas o invasoras.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza define:
- “Especie exótica” (no-nativa, no-autóctona, foránea): la especie, subespecie o taxón inferior que ocurre fuera de su área natural (pasada o actual) y de dispersión potencial (p. ej. fuera del área que ocupa de manera natural o que no podría ocupar sin la directa o indirecta introducción o cuidado humano) e incluye cualquier parte, gameto o propágulo de dicha especie que pueda sobrevivir y reproducirse.
- “Especie exótica invasora”: especie exótica que se establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural; es un agente de cambio y amenaza la diversidad biológica nativa.
Una invasión silenciosa
Este proceso está ocurriendo ante nuestros ojos muchas veces sin que nos demos cuenta. En general se presta más atención a la fauna invasora y menos a las plantas. Sin embargo, los efectos de las plantas pueden ser también muy graves.
El proceso de expansión de algunas especies, seguro que nos es familiar y sin embargo no hemos prestado atención. Desde hace unos 10 años se extendido por las cunetas de toda España Dittricha viscosa. Desde las cunetas se ha ido extendiendo a zonas antropizadas, cultivos abandonados, zonas urbanas, etc. Lugares modificados por la acción del hombre. Estos ambientes son los que favorecen la presencia de estas especies, deseosas de lugares con recursos y sin competencia. D. viscosa no sería una exótica en muchos lugares de la península ibérica, pero sí que es una invasora puesto que está expandiéndose a un ritmo alarmante, sobre todo aprovechando el vacío ecológico que se ha generado en cunetas y taludes de carreteras y vías de tren. Y desde ahí salta al entorno: cultivos abandonados, solares en construcción, etc. Además, es probable que el cambio climático este favoreciendo su expansión.


Otros casos de especies que se están expandiendo a gran velocidad, son varias especies del género Conyza sp. (=Erigeon sp.) o Aster squamatus. Estas especies se extienden también por cunetas y baldíos y llegan a ser muy abundantes en cultivos de cereal, en los rastrojos y barbechos. Su expansión es más reciente, pero también muy rápida. Al igual que Dittricha viscosa son compuestas, con generación de enormes cantidades de semillas, dispersadas por viento y que arraigan en terrenos en los que no hay competencia.
Un caso en el que se aprecia una expansión reciente es el del estramonio Datura stramonium. Es una especie siempre ligada a terrenos nitrificados, distribuida ampliamente, pero circunscrita a entornos muy localizados. Sin embargo, desde hace pocos años, está proliferando de forma muy notable en terrenos de cultivo, sobre todo de regadíos. Probablemente el agente dispersante sea la maquinaría agrícola.


Las instalaciones fotovoltaicas o los parques eólicos pueden ser el lugar perfecto para el establecimiento de especies invasoras. Las zonas en las que se realizan movimiento de tierra, taludes, desmontes, pueden convertirse en zonas rápidamente ocupadas. Es muy importante que el movimiento de suelos y los desmontes se limiten al mínimo imprescindible técnicamente, evitar la alteración del suelo es la mejor forma de evitar la entrada de estas especies. Además, deben valorarse los riesgos de aparición de estas especies en los estudios de impacto ambiental.
Qué hacer para evitar la expansión de las especies exóticas invasoras
Para evitar la implantación de especies exóticas invasoras (EEI) una estrategia eficaz es favorecer la entrada de las invasoras autóctonas. Hay que facilitar la implantación de especies autóctonas que proliferen rápido y compitan con las exóticas (Ernst, A.R. et al. 2023). Por ejemplo, Dittrichia viscosa puede llevar a cabo una primera ocupación de superficies alteradas. También puede realizarse una siembra de mezcla de legumbres y cereales de cultivo, yeros, guisantes con cebada o centeno, de modo que se establezca una vegetación densa rápidamente y que luego sea colonizada por las anuales asociadas a estos cultivos. De este modo se puede dirigir la sucesión ecológica hacia situaciones en las que las EEI tienen más dificultades para establecerse.
Lo más efectivo una vez establecidas es la actuación inmediata para evitar la diseminación de semillas y propágulos. Es imprescindible que los planes de vigilancia ambiental de las instalaciones tengan en cuenta las EEI. Las labores de vigilancia ambiental requieren personal cualificado con capacidad de detectar las EEI en las primeras fases de su establecimiento. Debe existir un plan de actuación en caso de detección, que incluya procedimientos de información y coordinación con las administraciones. Se deben establecer protocolos y recursos para la erradicación inmediata de las especies detectadas, así como la forma de destrucción o destino de los restos generados.
Bibliografía
IUCN–The World Conservation Union. 2000. IUCN GUIDELINES FOR THE PREVENTION OF BIODIVERSITY LOSS DUE TO BIOLOGICAL INVASION (approved by the IUCN Council, February, 2000).
Ernst, A. R., Barak, R. S., Glasenhardt, M.-C., Kramer, A. T., Larkin, D. J., Marx, H. E., Kamakura, R. P., & Hipp, A. L. (2023). Dominant species establishment may influence invasion resistance more than phylogenetic or functional diversity. Journal of Applied Ecology, 60, 2652–2664. https://doi.org/10.1111/1365-2664.14534
Cristóbal Martínez, Biodiversidad