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Murciélagos. Conocer y respetar.

“Lo que hacemos en las sombras”

La vida nunca ha sido fácil para los murciélagos. La extraña silueta de su cuerpo, su negro e impreciso color, su penetrante y agrio chillar, lo oscuro y siniestro de sus refugios e incluso su extraña forma de dormir, son elementos suficientes para que en su entorno se levantara la fábula del pavor y el artilugio del espanto. “Será impuro aquel hombre que toque a un murciélago”, dejó escrito Moisés en el Levítico (11,19).

Para la mayoría de las personas estos animales evocan historias de casas encantadas, cementerios y vampiros sedientos de sangre, o, como poco, seres de mal agüero inseparables de brujas y duendes. Es indudable que los murciélagos han estimulado desde tiempos inmemoriales la imaginación de los seres humanos y, hoy en día, siguen siendo golpeados hasta la muerte, envenenados o fumigados por ignorancia.

La fascinación que ejercen es muy grande, ya que se deslizan silenciosamente de noche, ven con las orejas, vuelan con las manos y para dormir se cuelgan cabeza abajo. Pero, lejos de los mitos que los convierten en monstruos de las leyendas populares, los murciélagos tienen verdaderamente una importancia capital para la vida de nuestro planeta.

Casi un tercio de todos los mamíferos del planeta son murciélagos, lo que los convierte en el segundo grupo más diverso y con mayor radiación evolutiva después de los roedores.

Cerca de mil especies de murciélago han colonizado con éxito islas y desiertos, selvas y ciudades, campos y montañas. Excepto en las regiones polares y unas cuantas islas oceánicas, hay murciélagos en todo el mundo. Sus funciones ecológicas son innegables para la salud de los sistemas vivos: participan activamente en la dispersión de semillas, en la polinización de especies vegetales y en el control de plagas de insectos. Frutas tropicales que suponen importantes ingresos para el comercio de sus países de origen (aguacate, cacao, guayaba, bananos y otras muchas), se obtienen gracias a la polinización de los murciélagos.

En cuanto a la península ibérica, existen unas 25 especies de murciélagos que sufren permanentemente las consabidas amenazas de la pérdida o alteración de hábitats naturales, restauración de sus refugios en entornos humanos, desecación de puntos de agua donde se alimentan, pesticidas que eliminan sus potenciales presos, molestias por visitas y también persecución directa.

Bats Nights

En este sentido, con el objetivo de dar a conocer la importancia de los murciélagos, derribar mitos y malos augurios y acercar su conocimiento a la población en general, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en colaboración con diversas instituciones públicas y privadas, lleva más de una década promoviendo las exitosas ‘Bats Night’ o Noches de Murciélagos,  una actividad ambiental que consiste en dedicar varias noches del verano a censar a estos fabulosos mamíferos voladores y concienciar a las personas de su función esencial en los ecosistemas.

Un ejemplo de esta iniciativa lo encontramos en la provincia de Huelva, donde colectivos ambientalistas (gracias al material cedido por Ideas Medioambientales), realizaron censos de murciélagos en zonas de campiña y también en parajes boscosos, con objeto de conocer las especies del entorno y acercarlos de forma amable a la ciudadanía, especialmente a los más pequeños. Además del censo e identificación de especies, la actividad contó con financiación de la Diputación Provincial de Huelva, que sufragó cajas nido para murciélagos a fin de que fueran instaladas por l@ voluntari@s en las proximidades de viejos edificios ya ocupados, casetas de luz, casas abandonadas, etc., a fin de consolidar las colonias.

BatNight en Escacena del Campo (Huelva)

Las BatNights son, por tanto, excelentes herramientas de voluntariado y educación ambiental enfocadas a la conservación de los quirópteros, pretendiendo que la ciudadanía se familiarice más con este grupo faunístico y lo perciba con mayor naturalidad e interés en su conservación, ya que el efecto acumulado de amenazas en las últimas décadas ha propiciado importantes disminuciones locales.

Batman y Drácula

En definitiva, una hermosa oportunidad para que las noches del estío, con sus cielos atestados de estrellas, sirvan para concienciarnos a todos de la crucial aportación de los murciélagos a la naturaleza, su contribución a la diversidad y los muchos beneficios que aportan a los seres humanos. Entre la visión tétrica que Bram Stoker endosó a los murciélagos en su prodigioso Drácula y la percepción épica que Kane y Finger atribuyeron a estos seres alados para los poderes de Batman, tal vez sea momento de inclinarnos por lo segundo, y comenzar a ver a los murciélagos como fascinantes seres de un mundo que clama día a día por la conservación y el respeto de sus especies.

Voluntarios Ambientales instalan cajas nidos para murciélagos en viejos edificios.

 

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