En ocasiones nos encontramos en infraestructuras o instalaciones humanas (parques eólicos, líneas eléctricas, catenarias, carreteras, etc.) con la presencia de fauna accidentada, especialmente aves y murciélagos. Los protocolos de vigilancia ambiental obligan a dar parte a la administración competente de este tipo de incidencias, que normalmente son remitidos por una consultoría ambiental especializada.
Pero… ¿Qué pasa cuando no está presente la empresa de consultoría?
A continuación exponemos unas breves pautas para que promotores, propietarios y operarios dispongan de unos protocolos mínimos de actuación en este tipo se situaciones.
Localización del cadáver
• No alterar los restos.
• Anotar fecha, infraestructura y persona que localizó el cadáver.
• Anotar la coordenada GPS (ETRS 1989). Si no es posible, indicar la localización aproximada.
• Determinar la especie, cuando se conozca y si los restos lo permiten.
• Tomar fotografías en distintos ángulos y posiciones para su posterior identificación.
Comunicar la incidencia
• Llamar al responsable de la vigilancia ambiental que levantará acta del incidente.
• Si se trata de una especie con nivel de protección legal se debe llamar también a los agentes medioambientales para su registro y retirada.
• Si no es una especie con protección legal se deberán conservar los restos en una bolsa de plástico, etiquetados con la información recogida y a poder ser refrigerados, hasta que sean recogidos por el responsable de la vigilancia ambiental.
Debemos saber que la mortalidad de fauna es algo habitual en las infraestructuras humanas por lo que no debe causar alarma. Al contrario, la colaboración de todos los implicados supone una mejor gestión del impacto que producen, ayuda a minimizarlo o eliminarlo, e implica beneficios para todas las partes.
Pero esto no termina aquí, pinchando en el siguiente recuadro podrás descargarte un Modelo de ficha de registro de mortalidad que os facilitará el trámite de los incidentes.
¡Esperamos que os sea muy útil!