El conjunto rupestre de Alborajico se ubica cronológicamente entre los siglos IV y IX. Consta de tres naves y la mayor se considera que fue probablemente una iglesia hispano-visigoda. Diversos nichos y hornacinas sugieren el depósito de vasos, reliquias y objetos de culto. Dos camas de piedra, con sus respectivas almohadas, custodiaban y flanqueaban un altar de lajas, hoy destruido.
La puerta es de forma trapezoidal con una altura superior a los dos metros, el sistema de cierre original sería de madera y a día de hoy se observan pequeñas hendiduras que servirían para colocar bisagras y pestillos. En la fachada y alrededor de la puerta se observan cruces grabadas en la roca y una pequeña pileta con agujero de desagüe.
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