Mesomamíferos. Por sus huellas los conoceréis. El tejón.

 

Un buen inventario ambiental para un estudio de impacto ambiental debe tener en cuenta toda la biodiversidad de una zona. Normalmente el grupo al que más esfuerzo se le dedica son las aves. Pero también debemos poner atención en los mesomamíferos.

Mesomamíferos, un grupo difícil

Los mesomamíferos es un grupo difícil de estudiar, por que verlos es complicado. En Ideas Medioambientales, lo abordamos desde distintas perspectivas. En primer lugar recopilamos toda la información disponible sobre los mesomamíferos de la zona (Atlas, Inventarios Nacionales o Regionales, artículos sobre esa zona, etc.) Para completar estos datos realizamos el trabajo de campo, empleando básicamente fototrampeo y recorridos a pie.

El trabajo de campo en búsqueda de mesomamíferos

El trabajo de campo con mesomamíferos, requiere una experiencia que lleva tiempo adquirir. El fototrampeo nos da una información muy valiosa, fácil de interpretar, ya que tienes una imagen de un animal y lo puedes identificar, casi siempre. Pero es una información puntual.

Para valorar las zonas de mayor atractivo para los mesomamíferos, sobre todo para identificar corredores, por ejemplo en zonas donde evaluamos centrales fotovoltaicas de decenas de hectáreas, deben realizarse recorridos a pie e ir identificando las huellas y otros rastros que vamos encontrando. Y esto a veces es fácil y muchas veces es difícil, pero siempre es divertido.

El tejón, de los más fáciles de detectar

Para iniciar esta serie vamos a explicaros como identificar las huellas de una de las especies más fáciles y que más alegría nos da encontrar, el tejón (Meles meles). Varias circunstancias hacen que este mesomamífero sea fácil de identificar:

  • Es un animal robusto, por tanto marca bien la huella.
  • Suele usar caminos para desplazarse y por tanto los rastros son largos y con muchas huellas, por lo que al final, siempre hay alguna que está en buen estado como para saber que es de tejón.
  • Las huellas que deja el tejón, son diferentes de todas las demás, por que los tejones son semiplántigrados. Este mesomamífero es un mustélido y por tanto tiene 5 dedos que están alineados y con uñas largas y fuertes, que quedan marcadas en el terreno siempre.
  • La huella cuando está perfectamente marcada, nos deja ver, las uñas, los dedos, la almohadilla y el talón, esto último, no siempre. Como en muchas especies, la huella de la mano queda tapada con frecuencia por la huella de la pata trasera y eso hace que el tamaño y la forma se puedan alterar, debemos estar atentos a esto para evitar confusiones, si bien en esta especie, el gran tamaño de las huellas, hace difícil confundirla con otra.
Huellas de la mano y el pie derechos. Fuente: M. Clavero (SECEM)

Los tejones necesitan grandes uñas para excavar, construyen unas grandes madrigueras en las que clanes familiares se establecen por décadas. Las tejoneras, tienen varias entradas, cámaras de cría, zonas de descanso, son autenticas fortalezas en las que se refugian y crían.

Se alimentan de insectos, carroña, frutas, granos, y pueden depredar gazapos. Son totalmente nocturnos, casi ciegos y con un olfato sensacional. Y muy tranquilos ante la presencia de humanos. Suelen seguir su camino, sin acelerar el paso, cuando te los encuentras de noche. Lamentablemente, muchos mueren atropellados en carreteras.

Huella de tejón. Fuente: Ideas Medioambientales

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